ALIENS: LA CARNICERIA
Capitulo 10
Horas después en la ciudad de New York…
-¡Dios santo! ¿Qué demonios es eso? –Frank decía estas palabras mientras intentaba ayudar a las personas que corrían en todas direcciones presas del pánico.
-¡Central! ¡Necesitamos urgentemente a los SWAT o incluso al ejército! –Gritaba el compañero de Frank por el transmisor del coche patrulla. La gran bestia negra como la noche causaba el caos allí por donde pasaba.
-¡Se dirige a la estación 57 de Jersey! ¡No podemos detenerla han muerto siete agentes! –La situación era desesperada. Estas fueron las ultimas palabras de otro oficial de policía que moría cuando su cabeza era atravesada por la boca interior de la reina alíen.
Mientras en la comisaria de Manhattan, aterrizaba el helicóptero que transportaba a la Unidad Fox-25.
-Por aquí. Soy el teniente Burguell, le ayudaremos en todo lo que nos sea posible. –Indicaba el teniente mientras apretaba la mano del Capitán Lestat.
-Desde que apareció esa bestia las bajas han sido catastróficas. Tanto a nivel policial como civil. –hizo una pausa mientras se secaba el sudor de la frente. El teniente sin dudad estaba viviendo la peor noche de toda su vida.
-¿Cuándo fue la ultima vez que se vio al objetivo? –Preguntó Lestat.
-¿El objetivo? ¡No se ha dado cuenta que es una bestia salvaje!
-Teniente por favor tranquilícese. Estamos aquí para ocuparnos de este asunto. –Hispano intentaba tranquilizar al pobre hombre.
-Lo siento, estoy muy nervioso. He perdido a muchos de mis mejores hombres esta noche. La última vez perdimos el contacto en la estación 57, en Jersey. Es una estación de metro. Suponemos que se esconde allí abajo.
-Dios, el metro es un laberinto maldita sea. –Se lamentaba Alexander mientras recorría la habitación de una punta a la otra.
-Todos los SWAT de la ciudad están desplegados por la zona.
-Gracias teniente. Saldremos ahora mismo hacia allí. –Lestat se despidió del teniente y ordeno a sus hombres que se prepararan para ir en busca de la reina.
Estaba amaneciendo y la Unidad Fox-25 ayudada por un grupo de SWAT no daba con el paradero de la reina. Recorrieron varios kilómetros de túneles del metro, estación por estación, pero ni rastro de ella.
-Disculpe Capitán. –Se dirigió uno de los SWAT a Lestat. –Uno de mis compañeros me acaba de informar que se han avistado monstruos del tamaño de una persona en el edificio Empire State. Dice que es una masacre, aunque han conseguido evacuar al ochenta por ciento aproximadamente de la gente que se encontraba en el interior del edificio.
-Joder. ¡Chicos nos movemos! –A la orden de Lestat el grupo salió hacia el Empire State.
Al cabo de un par de horas, la Unidad Fox-25 llegaba a la esquina de la Quinta Avenida y la calle 34 West. Allí es donde se encontraba desde tiempos inmemoriales el edificio Empire State, uno de los más grandes de New York en su época. Concretamente es un edificio colosal de 381 metros de altura.
-Mierda es un edificio enorme. Tendremos que andarnos con ojo aquí dentro Capitán. –Decía Yajas mientras entraba al interior del vestíbulo.
-Aquí se ha vivido una batalla campal. –Comento Strauss, mientras todo el equipo se movía ya adoptando las comunes tácticas militares. Iban cubriendo todos los posibles ángulos de ataque mientras se cubrían las espaldas mutuamente.
La pared del vestíbulo donde colgaba el famoso cuadro con una imagen del edificio, flanqueado por dos banderas de los Estados Unidos, una a la derecha y otra a la izquierda, estaban salpicadas de sangre. Varios cuerpos se encontraban en el suelo, concretamente los de los conserjes y el de uno de los SWAT.
Delante de ellos se encontraban los ascensores. El equipo comprobó que la zona era segura y se detuvieron delante de ellos.
-Bien. Subiremos por las escaleras y comprobaremos piso por piso.
-Lestat, son ciento dos pisos. Tardaríamos una semana en hacer eso. –Protesto Hispano.
-Pues si tú o alguien tiene una idea mejor este es el momento de decirlo.
-Sí, antes de salir me hice con un radar de movimiento. Con él podemos ir subiendo piso por piso pero sin necesidad de pararnos a investigar cada uno de ellos.
-Excelente Strauss. Que buena elección hice cuando forme la Unidad. –Mientras Strauss sacaba y accionaba el radar satisfecho por las palabras de su Capitán, Hispano le daba las gracias por ser tan previsor.
-Joder tío, nos has ahorrado un montón de tiempo. –Le dijo Yajas.
Llevaban un rato subiendo y el panorama no mejoraba. Sangre, cadáveres, pero ni una sola señal en el radar.
Estaban llegando al piso 48 cuando Lestat sugirió hacer un descanso en el piso 50, cuando de pronto el radar empezó a emitir un punto en su pantalla. Se movía lentamente. Sin hacer mucho ruido, el grupo empezó a dirigirse hacia el interior de las oficinas del piso 48. Sigilosamente y sorteando a los pocos cadáveres que se encontraban por el suelo, se acercaban cada vez mas al punto cuando…
-¡Muere bestia asquerosa! –Alguien se abalanzó sobre Lestat, pero este en un ágil movimiento consiguió estrellarlo contra la pared mientras le agarraba por el chaleco y ponía el filo de su espada en la garganta.
-¡Tranquilízate! ¡Soy amigo! –Lestat bajaba el filo de la espada poco a poco esperando que el individuo se recuperara del susto.
-¿Estas mejor? –Le pregunto Lestat mientras el sujeto asentía con la cabeza jadeando e intentando recuperar la respiración.
-Gracias a Dios… -Consiguió decir mientras se iba recuperando. –Pensaba que moriría aquí como los demás…
-¿No queda nadie mas? –Lestat envainaba su espada mientras esperaba la respuesta del sujeto. Era un hombre joven, con el pelo corto, moreno y llevaba un uniforme de los SWAT. En la placa del pecho ponía su apellido: Slap.
-Todavía quedan supervivientes, pero el resto de mi equipo ha muerto. Los supervivientes están en la despensa del piso 82. Tenemos que darnos prisa o llegaran ellos primero.
-¿Ellos? –Pregunto Hispano.
-Sí. Cuando llegamos y estábamos evacuando, divisamos a cinco de esos bichos. Por suerte conseguimos abatir a uno. –Slap ya parecía mucho mas calmado y mientras cargaba su pistola, una beretta, le pregunto al grupo. –Por cierto, ¿Quiénes sois vosotros?
-Somos una Unidad Especial llamada Fox-25. Yo soy su Capitán, Lestat. Los demás son Hispano, Alexander, ese grandote es Yajas y el otro es Strauss. Nuestro cometido es erradicar situaciones de emergencia como esta.
-A mi podéis llamarme Slap, Nail Slap. En cuanto lo decidáis podríamos ponernos en marcha. Deberíamos utilizar los ascen…
-No. –Le interrumpió Lestat. –Si alguno de esos consiguiera entrar mientras estamos allí metidos, nos asesinaría sin piedad. Es mejor que sigamos por las escaleras.