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Post by lestat on Mar 27, 2008 4:49:56 GMT 2
PREDATOR: EL COMIENZO DE UNA LEYENDA Sinopsis Bien antes que nada os informo queridos lectores que he concluido la historia de Kox. La ire posteando poco a poco mientras voy preparando esta nueva historia. Esta es la primera de las precuelas de AVP: EL CAZADOR SE CONVIERTE EN PRESA. La historia trata de una nave no identificada (que se supone es extraterrestre) que se estrella en el Amazonas. El gobierno decide encargarle a los marines investigar dicho suceso. El sargento Kiano, junto a un grupo de marines de elite se disponen a investigar que es lo que ha ocurrido en el Amazonas. Entre este grupo se encuentra un joven y novato Lestat, en la que sera su primera mision. Lo que no saben nuestros protagonistas es que estan a punto de entrar en el infierno...
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Post by wolfpredator on Mar 27, 2008 4:55:37 GMT 2
;D bravo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ;D ;D ;D ;D va ha estar buenisima, ya quiero ver al joven y novato leslat, una saludo y que escribas pronto el proximo capitulo
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Post by lestat on Apr 15, 2008 21:00:27 GMT 2
PREDATOR: EL COMIENZO DE UNA LEYENDA Capitulo 1 Dentro de la sala de tiro de la academia de los USCM, solo se puede oír el sonido ensordecedor de los frenéticos disparos. Los dos jóvenes ponen a prueba su puntería, están totalmente concentrados en el objetivo. Finalmente dejan de oírse los disparos y se produce unos segundos de silencio y el aire se llena del humo de las armas de los dos jóvenes. Uno de ellos pulsa el botón que acerca las dos grandes cartulinas con siluetas de hombre y los dibujos de dianas impresos en ellos. -¿Qué te parece chico? Te he ganado, todavía tienes mucho que aprender… -Lestat sabes que disparo mejor que tú. Porque me hayas ganado una vez no significa que seas mejor tirador que yo. Además sabes que tú solo eres más diestro con esa vieja espada que llevas a todas partes. –Lestat miraba a Rubén con una sonrisa. -Vaya, vaya, vaya… Así que me estas diciendo que tu, un joven y novato cadete que esta empezando la instrucción eres mejor tirador que yo, un soldado legendario y de cualidades sorprendentes. -Anda cállate. Si todavía no has ido a ninguna misión importante… Reconoce que disparo mejor que tu Lestat y punto. –Rubén se empezó a reír, sabia que faltaba poco para que Lestat se picara. –Bien, pues si eres tan buen tirador como dices, ¿Por qué no apostamos? – La manía de apostar de Lestat, desde que se conocían lo había hecho en multitud de ocasiones. Al principio Rubén perdió algo de dinero. Además ganar a Lestat en un duelo con espadas era prácticamente imposible. -Venga Lestat déjalo no quiero que vuelvas a perder dinero. –Sera posible que este novato me quiera dejar en ridículo. –Las bromas entre ambos eran muy comunes, con el paso del tiempo se estaban haciendo cada vez más amigos. Lestat no se arrepentía para nada de haber recogido a Rubén en España. Como le dijo, Rubén se esta ganando ser un marine día a día, porque sinceramente, cualidades no le faltan. -No te hagas el importante… ¿Qué tal si nos jugamos cincuenta pavos? –Lestat miraba a su compañero de reojo… - Esta bien. Pero luego no me culpes que pierdes tu dinero. Se enfundaron las orejeras y prepararon sus armas. El duelo estaba servido y solo uno de los dos tendría la oportunidad de burlarse del otro al finalizar la prueba. En realidad ya hacia tiempo que Lestat no conseguía ganar a Rubén, él no tenía mucha precisión con armas de fuego, aunque tampoco era manco y quería darle una lección de humildad al hispano. El tiroteo empezó. Los dos jóvenes disparaban a discreción sobre las cartulinas manteniendo toda la concentración que podían mantener. Mientras los casquillos de las balas caían al suelo y los fogonazos de los disparos se sucedían. A los pocos minutos, ambos vaciaron los cargadores. De nuevo volvía a repetirse la escena anterior, silencio y humo. -Vale niño, haz tú los honores. –Con esto Lestat se refería a que Rubén pulsara el botón para ver quien de los dos había obtenido la máxima puntuación. Después de examinarlos detenidamente y comparar el uno con el otro… -Jajajaja, otra vez has perdido Lestat. No se como tienes valor de apostar contra mi. Ya te he dicho muchas veces que tengo mejor puntería que tú. –Lestat lo miraba con cara de asco pero era todo fachada. Se divertía con Rubén más de lo que este se podía imaginar. -Bueno aquí tienes mis cincuenta. Espero que por lo menos esta noche en el Sinatra invites tu a las cervezas, porque me estas dejando seco. - Si, si, no te preocupes, yo invitare. Por cierto Lestat he oído rumores de que el sargento Kiano se ha fijado en ti. Tal vez te reclute él. –Rubén esperaba impaciente la respuesta de su amigo. - No se chico. Yo no hago mucho caso a los rumores, ya llegara mi momento. Entonces… ¿Nos vemos luego dentro de una hora? –Allí estaré tío. – Y después de esta respuesta del joven Rubén, se despidieron.
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Post by lestat on Apr 16, 2008 19:41:47 GMT 2
PREDATOR: EL COMIENZO DE UNA LEYENDA Capitulo 2 Por la noche, la ciudad de Washington bullía. Según por donde te movieras podías encontrar lugares tranquilos para cenar o lugares con más marcha donde pegarte una gran fiesta. Pero sin duda el lugar preferido de la mayoría de marines era el Sinatra. Un pub donde la mayoría de soldados y cadetes se reunían después de los entrenamientos. En este sitio era muy normal escuchar historias de soldados famosos y de sus mejores y más importantes misiones, así como todo tipo de cotilleos. Lestat llego y saludo a unos cuantos compañeros, también el Sinatra solía ser frecuentado por muchas mujeres de las más hermosas del país. Todas esperando dar un braguetazo con alguno de aquellos apuestos soldados. A Lestat le gustaban mucho las mujeres todo hay que decirlo, pero le interesaba mucho mas poder participar en su primera misión, así que normalmente hacia caso omiso de ellas. Se dirigió a una mesa llena de botellines de cerveza donde estaban dos hombres sentados. Uno de ellos era un poco más mayor que Lestat y el otro era ya todo un veterano. El joven se llamaba Daniel y el otro Robert. Este último era uno de los soldados mas reconocidos de la unidad de marines. Conoció a Lestat y se quedo maravillado con sus cualidades y desde entonces le apoyo y ayudo en todo lo que pudo. Lo mismo le paso con el otro chico, Daniel. Le encantaba ayudar a muchachos con gran proyección y de estos dos en particular se había hecho muy amigo. -¡Hey Lestat! , ¿Qué tal? -Pues muy bien Robert. Rubén todavía no ha llegado ¿no? -Que pasa tío, no me digas que te ha vuelto a ganar en la sala de tiro. –La suspicacia de Daniel no le hacia ninguna gracia a Lestat, pero si, había acertado. -Joder tío, si dejaras un poco de lado esa espada seguro que mejorarías tu puntería. –Robert se burlaba de él, bueno todo el mundo se burlaba de él por lo de la espada. Pero a Lestat no le importaba. Era de lo más lógico, un marine con una espada a cuestas todo el día. En ese momento llego Rubén y saludo a los tres soldados. De ellos cuatro el era aun el único cadete, pero le trataban como a un igual. La verdad es que Robert felicito a Lestat al poco de conocer a Rubén. Le dijo que tenía buen ojo para reclutar buenos soldados. -Eh, Robert. Por ahí se rumorea que Kiano va a reclutar a Lestat para alguna futura misión. ¿Tú sabes algo de eso? –Rubén no podía contener su curiosidad. -Pues la verdad es que el sargento Kiano me ha hablado varias veces de Lestat. El único problema es que no le gusta nada lo de la espadita a todas partes. – Esto último lo dijo en tono de broma y todos se rieron. -Yo creo que Lestat esta preparado de sobra para cualquier misión. Cuando todavía éramos cadetes y el llegó me pareció un chaval con unas cualidades asombrosas. -Gracias Daniel pero tampoco es para tanto. Solo me esfuerzo para poder ser un buen soldado algún día. -No seas modesto Lestat. Tú sabes muy bien que estas por encima de la media. Seguramente en un futuro cercano serás el líder de algún equipo al igual que Robert. –Rubén admiraba a sus amigos sin ninguna duda. Eso hacia que aprendiera a esa velocidad. Daniel iba a decir algo pero fue interrumpido por la camarera. Pidieron cuatro botellines de cerveza más. Se quedaron un momento en silencio y todos miraban el televisor de plasma que colgaba del techo. Por lo visto estaba a punto de empezar una entrevista al senador John Macllister. -Mirad chicos. Ese hombre ahora mismo es el que esta mostrando mas apoyo al ejercito de todos los políticos del país. –Robert atrajo la atención de sus compañeros. -¿No era ese también el que estaba a favor de crear una República a nivel colonial? –Pregunto Daniel. -El mismo. Hablando de eso. Al principio, cuando se empezaron a construir colonias en distintos planetas, la gente emigraba por ver la Tierra desde el espacio, por curiosidad. Ahora los tiempos han cambiado. La gente se ve obligada a emigrar porque no cabemos en el planeta y para mejorar su situación económica y la de sus familias. Es por eso que John quiere formar la República a nivel colonial. Es un firme candidato a la presidencia en las próximas elecciones. -Robert cambiando de tema. Esos alienígenas con los que están experimentando. Son muy peligrosos, no entiendo como el gobierno permite tenerlos aquí, en nuestro planeta. -Lestat, es verdad que son peligrosos. Pero se están haciendo grandes avances en medicina gracias a estas criaturas. En el pasado la compañía Weyland-Yutani intentaba capturarlos en secreto para experimentar con ellos. Finalmente el gobierno descubrió sus actividades y cerraron la compañía, apoderándose de todos los datos referentes a esas criaturas. -Por eso apareció el grupo terrorista Slife. –Sentencio Daniel. -Exactamente. Este grupo trata de recuperar esa información mediante actividades terroristas. Se comenta que son antiguos empleados y altos cargos de Weyland-Yutani. La conversación siguió durante horas, mientras más y más botellines llenaban la mesa. A Robert le encantaba hablar de cualquier tema relacionado con los marines o con el país. Y lo mejor es que a sus compañeros les encantaba oír todas esas historias. En definitiva, Robert a veces parecía una enciclopedia andante. De pronto tocaron otro tema interesante. Los cazadores rojos, el equipo de elite más importante que operaba al margen de los marines. Se rumoreaba entre los USCM que solo escogían para formar parte de esta unidad a los mejores soldados, a los mas valientes. Pero realmente poco se sabia de ellos. Operaban en secreto y en una ocasión alguien filtro una información que decía que un hibrido de origen extraterrestre formaba parte de ellos. Realmente las investigaciones con seres extraterrestres estaban en alza.
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Post by wolfpredator on Apr 17, 2008 23:41:54 GMT 2
wow, me sorprendes leslat, ya quiero leer el prox capitulo ;D saludos y suerte
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Post by lestat on Apr 21, 2008 19:16:15 GMT 2
PREDATOR: EL COMIENZO DE UNA LEYENDA Capitulo 3 Caia la medianoche y los cuatro amigos reían y conversaban. Era sin ninguna duda el mejor momento del día. Estar allí rodeados de la gente, con un ambiente agradable y con el olor a tabaco concentrado. -Bueno creo que es hora de irse. Mañana será otro día duro chicos. –Daniel se levantaba despacio para marcharse. -Tienes razón amigo. Los que intentamos estar al cien por cien cada día necesitamos descansar. -Lestat relájate un poco. Hasta un joven tan prometedor como tú necesita descansar de vez en cuando hombre. -Es lo que yo siempre le digo Robert. Pero es que él es así. -Venga chicos no seáis tan exagerados. Espero veros mañana por allí. –Lestat se despidió de los demás y se fue a su casa. Estaba amaneciendo cuando ya sonaba el canto de los pájaros y empezaban a entrar los primeros rayos de sol por la ventana de la habitación. El piso de Lestat no estaba lejos del complejo de entrenamiento de los USCM. De pronto empezó a sonar el despertador. Lestat se levanto, se dirigió a la nevera bebió algo de leche, se vistió y salió a la calle. A él le gustaba correr antes de empezar el día. Pasaba por un parque que había cerca de su casa y corría varios kilómetros todos los días. Solía estar aproximadamente una hora corriendo más o menos. Después de la ducha matutina, salía hacia las instalaciones de entrenamiento. Aunque no estaba lejos de casa, le gustaba conducir un poco su flamante audi. Al llegar se cambio y se puso el uniforme. Era un día esplendido y algo le decía que seria especial. Tenía la sensación pero no podía adivinar que es lo que podría ser. Salió al patio dispuesto a castigar su cuerpo una vez mas, como hacia cada día. Cuando… -¡Lestat! –Alguien lo llamaba a sus espaldas. –Venga aquí un momento muchacho. Era el sargento Kiano. Parece que finalmente los rumores eran ciertos y tal vez vendría a reclutarle. -Si, señor. -Lestat, se que lleva varios años esperando que alguien le reclute en su grupo. A mi personalmente me han dado varias personas fantásticas referencias de usted. También otros tantos le han recomendado, debería sentirse orgulloso. -Gracias señor. -El motivo de que no le haya llamado hasta ahora se debe a que era demasiado joven. Se que tiene un potencial increíble y creo que es uno de los jóvenes mas prometedores de los marines. Pero a mi no me gusta perder a chicos recién salidos de los cadetes. –Lestat miraba fijamente a Kiano. Si estaba nervioso lo disimulaba muy bien. -Mañana mismo entrara a formar parte del equipo. Pero hay un pequeño problema. -¿Cuál señor? -No voy a permitir que un soldado entrenado por los Estados Unidos porte una espada en mis misiones. Ha sido entrenado con armas de fuego. Sabe manejarlas a la perfección, al igual que explosivos, etc… -Pero señor. Sin mi espada me siento indefenso, la he llevado durante casi toda mi vida, desde que aprendí a usarla. -Lestat, dígame. ¿Cree que una espada puede ayudarle contra un enemigo que le esta disparando a quince metros? Lestat agacho la cabeza. Estuvo a punto de responder a la pregunta y recordó su niñez. Cuando era pequeño y ya practicaba el esgrima, jugaba con sus amigos a un juego. Para él era más un entrenamiento que un juego pero sus amigos se divertían con esa distracción. El juego consistía en parar con su espada las piedras que le lanzaban sus amigos desde una distancia de unos diez metros. No sabía como, no podían ser sus reflejos. Solo sabia que cuando le lanzaban una piedra intuía la trayectoria y normalmente está acababa estrellándose contra su espada. El sargento miraba a Lestat que parecía un poco triste. Entonces pensó que tampoco hacia falta que se desprendiera de su espada si era tan importante para él. -Está bien chico. Podrás llevar la espada, pero no quiero verte usándola durante una misión. No quiero que mueras tan pronto. Mañana quiero verte aquí a las once. -Si sargento y muchas gracias. –Lestat estaba muy emocionado. Llevaba tiempo esperando que llegara este día. Por fin empezaría a participar en verdaderas misiones, para lo que duramente se entrenaba día a día. Busco por todas partes a sus amigos para contarles la buena noticia. Después de un rato encontró a Rubén.
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Post by lestat on Apr 23, 2008 22:05:47 GMT 2
PREDATOR: EL COMIENZO DE UNA LEYENDA Capitulo 4
Rubén estaba en el patio descansando, seguramente después de hacer un ejercicio físico. Vio a Lestat venir corriendo entusiasmado. -¡No me lo digas! ¡Te han reclutado! –Rubén esperaba la respuesta de su amigo emocionado. -¡Si tío! ¡Lo he conseguido! -Sabia que lo conseguirías Lestat. Desde que vine contigo desde España. Siempre supe que eras especial, y creo que te lo mereces. Los dos amigos estuvieron hablando durante un buen rato allí en el patio, donde los demás reclutas seguían con sus vidas en esa cálida mañana de primavera. Lestat había conseguido su objetivo, ser un marine de los USCM activo y poder así al fin, participar en infinidad de misiones. Lo único que le preocupaba es que el sargento no le dejaría usar su espada. Aunque también era brillante con las armas de fuego que tuvo que aprender a la fuerza, su verdadero potencial lo desplegaba con la espada y él lo sabia. El día transcurrió sin más, por más que busco no encontró ni a Daniel, ni a Robert, y esa noche tampoco habían quedado. Lestat ya en su casa después de anochecer se acostó ansioso porque llegara la mañana siguiente. Lestat se levanto a la misma hora que solía hacerlo y la mañana se desarrollo como tantas otras. Se monto en el coche y por primera vez en mucho tiempo no tendría que aparcarlo en los aparcamientos del centro de entrenamiento, sino en el que esta justo al lado de los hangares. Después de cambiarse dirigió sus pasos al lugar que le dijo el sargento Kiano el día antes. A medida que iba avanzando, podía divisar a un grupo de personas que conversaba entre si. Uno de ellos se percato de la presencia de Lestat que se acercaba y cuando estuvo lo suficientemente cerca… -Vaya ha llegado el novato. –dijo uno de ellos que llamo la atención de los demás. -Eyyy ¿no es ese tu hermano pequeño Robert? - bromeaba otro. -Ya esta bien chicos. Lestat disculpa a estos hijos de perra, ya te acostumbraras. A propósito, me alegro que estés con nosotros. –Robert acerco la mano a Lestat y se la estrecho. -Gracias amigo. -¡¡Lestat!! –era Daniel que por la sorpresa que mostraba parecía que todavía no se había enterado de la incorporación de su amigo. -Joder, que bien que estés con nosotros. Sabía que este momento llegaría.- Daniel también le estrecho la mano. -Gracias Daniel. Estoy deseando entrar en acción. La habitación donde estaban parecía un aula. Seguramente era el típico lugar en el que se explicaban los detalles de las misiones. Era una sala amplia, bañada por la tenue luz de los fluorescentes que parecía teñirlo todo de un tono azulado. A Lestat enseguida le llamo la atención un mapa que había colgado en la supuesta pizarra. Se acerco un poco cuando se abrió la puerta y entro el sargento Kiano. -Buenos días caballeros. Tomen asiento por favor. –Todos los hombres allí presentes se sentaron en algún pupitre. -Quiero darles la bienvenida al equipo al soldado Lestat, pero ya tendréis tiempo de conoceros mejor. Esta mañana hemos recibido un aviso de la casa blanca. – Se formo un murmullo en la sala. Por lo que pudo apreciar Lestat no parecía muy común que la casa blanca dictara las misiones. -Atención chicos. Esto es bastante serio. –El sargento Kiano se detuvo un instante antes de continuar, como si estuviera pensando que es lo que iba a describir a continuación. –Bien, como iba diciendo, la casa blanca nos informa que en el Amazonas ha caído una nave espacial desconocida por el hombre. En todos estos años de viajes espaciales nadie ha visto una cosa igual. Por lo tanto la única explicación posible es que se trata de seres extraterrestres. –Todo el mundo estaba asombrado tras las declaraciones del sargento. -Nuestra misión consiste en reconocer el terreno y comprobar que no hay ningún peligro para que puedan ir y llevarse la nave y todo el material que contenga. También tenemos que comprobar si queda algún tripulante vivo de la misma. –Kiano miro a sus hombres durante unos segundos. – ¿Alguna pregunta? -Bien, tienen media hora para prepararse y partiremos enseguida. El sargento se acerco inmediatamente a Lestat. -Chico aun es pronto, no tienes porque venir. -No sargento. He estado esperando este momento desde hace mucho. Quiero participar en la misión. No le defraudaré. -Esta bien. Venga pues ve ha prepararte. Robert y Daniel indicaron a Lestat donde estaba el equipamiento. Todos estaban ajetreados eligiendo las armas y la munición y los demás enseres. Lestat estaba metiendo unas gafas de visión nocturna en su mochila. –No necesitaras eso novato. –Le comento uno de los compañeros. -Am… Lestat no sabia que decir. -No estaremos fuera tanto tiempo. No dará tiempo a que anochezca. Después de eso empezó a llenar la cantimplora. –Tampoco necesitaras eso chico. Intenta coger el equipo necesario que menos te estorbe. La misión no durara mucho. Lestat se dio cuenta que sus compañeros tenían ya una experiencia de tantas misiones realizadas. Parecía un poco desconcertado.
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Post by lestat on Apr 26, 2008 1:27:18 GMT 2
PREDATOR: EL COMIENZO DE UNA LEYENDA Capitulo 5 -Tranquilo Lestat yo estaré pendiente de ti. Relájate es tu primera misión, no tenias porque saber todas esas cosas. Por cierto, ¿parece que el sargento al final te permite llevar la espada, no? -Sí, de adorno. No quiere ni oír hablar de que la use. -Venga tortugas. Vamos al hangar, no hagamos esperar al sargento. –Era Daniel, que apareció detrás de Lestat y Robert y les empujaba para que se dieran prisa. Ya en el espacioso hangar, donde reposaban dos grandísimos aviones, Kiano esperaba que llegaran todos sus hombres. Todos formaron delante de él. Ocho hombres. -Por la importancia de esta misión, yo os acompañare. Ahora subid al avión, llegaremos dentro de un par de horas. - Kiano dio la orden de que todos entraran. A los pocos minutos, el avión empezó a deslizarse por la pista cogiendo cada vez más velocidad. En unos segundos ya estaba despegando. En la cabina todos estaban sentados divididos en dos grupos. Uno frente a otro por la estructura interior del avión. Lo único que hacia que pudieran ver algo era una molesta luz roja que iluminaba lo justo. -Lestat no nos ha dado tiempo antes. Te voy a presentar al resto del equipo. Mira ese tan feo es Tomas. Los que están a su lado son Oliver, Charlie y Jhon. –Todos saludaban con la mano o con un gesto de cabeza a Lestat al tiempo que Robert los nombraba. -Y el que esta pilotando este trasto es Carl. A ese ya lo saludaras luego. Lestat tenía sentados a su lado a Robert y Daniel. Estaban hablando cuando Lestat les hizo una pregunta. -Bueno y… ¿Cómo es? ¿Me refiero en la realidad? ¿Cómo es? –Lestat parecía bastante ansioso. No veía el momento de bajarse del avión y empezar la misión. -Suele ser rápido, muy rápido. Tienes que tomar decisiones en segundos. Pero no te preocupes hoy no es ese tipo de misión. Hoy será más reconocimiento de la zona y detección de la tripulación que otra cosa. –Daniel sonreía con tranquilidad. Era la típica persona que pasara lo que le pasase, siempre parecía estar feliz. Realmente disfrutaba de la vida. Mientras viajaban Lestat no dejaba de hacer preguntas. Al poco tiempo todos los demás fueron entrando en la conversación. Lestat era el típico muchacho que le caía bien a todo el mundo y de esta manera empezó a coger confianza con el resto del grupo. Al cabo de un rato uno de los chicos encendió la radio que tenia aspecto de ser un trasto viejo. Pero en realidad era un diseño retro. Funcionaba exactamente igual que un IPOD, pero en versión cisterna. El viaje prosiguió a ritmo de una antigua canción considerada un clásico Bad Boys. El viaje prosiguió plácidamente, de lo más normal. Los soldados estaban relajados y aparte de la música todo estaba tranquilo hasta que Carl comunico desde la cabina del piloto que habían llegado a su destino. La escena a vista de pájaro era totalmente sorprendente. Debajo del avión de los USCM había un gran cráter y dentro de él la nave estrellada. Era como si un cuadro o fotografía de una selva tuviera un gran destrozo en una zona del conjunto. -Preparados para aterrizar. –Carl aviso a sus compañeros y procedió con el despegue. A medida que descendían el ruido de los motores iba aumentando. Una vez en tierra tras un aterrizaje impecable cerca de un lago, que resulto ser el sitio ideal para llevarlo a cabo, el sargento se dispuso a impartir la estrategia a seguir. -Está bien, esto es lo que haremos. Saldréis por parejas con los rifles de asalto y sigilosamente, la pareja de atrás cubre a la pareja que tiene delante. Inmediatamente os dirigiréis a la nave extraterrestre y si encontráis alguna entrada os introduciréis en ella. –El sargento Kiano se paseaba por la cabina mientras dictaba las órdenes, con las manos agarradas a su espalda. -En cuanto creáis que la situación esta controlada estableceréis un perímetro de seguridad por precaución. –Kiano se mantuvo en silencio por un instante. -¿Alguna pregunta? Nadie dijo nada, Lestat estaba impaciente por salir del avión y dirigirse a la nave junto a sus compañeros, su momento y su historia como marine estaba a punto de comenzar. -Bien, vayan formando las parejas. En cuanto de la orden empezara la misión que tendrá como nombre en clave “marciano”. Los soldados empezaron a emparejarse. Daniel se acerco a Lestat para que formaran equipo y Robert se emparejo con Tomas. Kiano observo a sus hombres mientras se emparejaban y en el momento en que estaban listos se dispuso a dar la señal. -La misión “marciano” da comienzo. ¡Adelante! –Tras dar la señal se abrieron las puertas traseras del avión. El grupo comenzó a moverse encabezados por la pareja formada por Robert y Tomas.
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Dark Predator
Blooded
Dtai'kai'-dte sa-de nau'gkon dtain-aun bpi-de.
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Post by Dark Predator on Apr 26, 2008 13:39:39 GMT 2
Ya espero el 6º!!! Tengo ganas de ver como acaba la operación "Marciano".
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Post by lestat on May 1, 2008 20:05:09 GMT 2
PREDATOR: EL COMIENZO DE UNA LEYENDA Capitulo 6 Lestat sintió la humedad y el calor que provocaba la selva del Amazonas, al igual que los sonidos de los animales típicos de la zona. La vegetación era muy abundante. Dejaron atrás el lago rápidamente y en escasos minutos llegaron al cráter. Robert levanto el brazo y con un gesto táctico militar señalo a sus compañeros que se detuvieran. Se acerco lentamente junto con Tomas al borde y pudo divisar la nave. Tenia la parte delantera semienterrada en el suelo. Tomas diviso una entrada a la nave y con otro gesto indico a sus compañeros que reanudaban la marcha. La nave era de un tamaño parecido al del avión en el que habían venido, puede que un poco mas grande. El diseño de la misma era muy parecido al terrícola, salvo que está parecía mucho mas avanzada técnicamente. Tenía unos grabados parecidos a jeroglíficos. Robert y Tomas entraron en la nave de la forma más sigilosa posible. Dentro estaba muy oscuro así que encendieron las linternas de los rifles. A medida que avanzaban se iban introduciendo el resto de los soldados. Finalmente entraron todos menos la ultima pareja que se quedo vigilando el exterior mientras sus compañeros investigaban el interior de la nave. -Vaya, tíos. Esto es fascinante. –Murmuro Daniel. -Y que lo digas… -Respondió Lestat, que miraba a su alrededor abrumado por las paredes, compartimentos y demás entresijos de la nave. -Manteneos alerta. No queremos sorpresas desagradables. –Mientras avanzaba Robert, después de mantener a sus compañeros en alerta, se detuvo ante una de las paredes. -Compañero que es lo que… -Tomas se quedo sin palabras ante el espectáculo que tenia delante de sus ojos. Un muro lleno de cráneos entre los que además de humanos había los de otras especies que no había visto en su vida. -Continuemos, parece que la cabina de mando de la nave esta ahí. –Robert señalo a su izquierda. Lentamente se fue acercando hasta que entro en el la habitación. El suelo estaba lleno de objetos destrozados y varias chispas de aparatos electrónicos que se supone ya no funcionaban. -¡Robert mira! –Oliver señalo y alumbro con su linterna dirección al suelo. Allí tirado yacía el cuerpo de uno de los tripulantes. Robert se acerco con mucho sigilo, poco a poco, hasta que llego al cuerpo… Al alumbrar su rostro se sobresalto. –Dios mío… -dio un paso atrás mientras se acercaban los demás apuntando con sus rifles al cuerpo del tripulante. -Que cosa más horrorosa. –Consiguió finalmente a decir Robert. El sujeto tenía unas fauces que acababan en cuatro colmillos y dentro una boca parecida a la humana. Tenía una frente prominente y los ojos cerrados. A su alrededor había un liquido verde con un tono brillante. Estaba provisto también de unas rastas. Parecía muy corpulento, sus pies y manos eran grandes con uñas largas. -Creo que esta muerto, menciono Jhon. –Jhon había estudiado biología antes de entrar a formar parte de los USCM. -Y creo que ese líquido verde es su sangre. –Se agacho a inspeccionarla y la toco con los dedos. Luego intento comprobar si el sujeto estaba vivo… -Jhon, esa cosa ni siquiera es humana. Ni siquiera sabemos si respira. -Esta muerto Charlie. –Era la voz del sargento Kiano. -¿Cómo sabe usted eso sargento? –pregunto Jhon. -Por pura intuición. Además ya hemos oído a Jhon que piensa que ese líquido es su sangre. Si ha perdido tanta dudo mucho que siga con vida. -Tiene razón. –Jhon parecía estar de acuerdo con el sargento. -De todos modos tenemos un asunto mucho más urgente. He inspeccionado la parte de atrás de la nave mientras ustedes comprobaban esta zona. Todo hace indicar que viajaban dos individuos. Nuestra prioridad a partir de ahora es localizar a ese ser. -Sargento… ¿piensa usted que son hostiles? –pregunto Oliver. - Según esos cráneos humanos que cuelgan de una de las paredes, no creo que vengan a invitarnos a una fiesta en su planeta. –Era la primera frase que decía Lestat y no creía haber estado muy acertado. -El chico tiene razón. Nos mantendremos alerta en todo momento. Formaremos el perímetro alrededor de la nave con sensores de movimiento por si el extraterrestre decide volver mientras lo buscamos. –Kiano ordeno a sus hombres a ponerse manos a la obra. Al cabo de un rato, terminado el trabajo los hombres se reunieron en torno al sargento. -El plan es el siguiente: saldremos a buscar al extraterrestre formando dos grupos. En él primero de ellos iré yo mismo junto con Robert y los dos muchachos. El resto de vosotros seréis el otro equipo, liderado por Tomas. -Sargento, ¿abrimos fuego sobre la criatura? –pregunto Tomas. -Solo si os sentís amenazados, en caso contrario esperad e intentad establecer contacto. Si lo veis comunicarnos por radio inmediatamente vuestra posición. Nosotros haremos lo propio si somos los primeros en avistarlo. Todos los componentes del equipo parecían pensativos después de oír las instrucciones del sargento. -Bien chicos. Saldremos dentro de diez minutos. –sentencio el sargento.
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Post by lestat on May 2, 2008 21:34:58 GMT 2
PREDATOR: EL COMIENZO DE UNA LEYENDA Capitulo 7 Durante esos diez minutos, los soldados conversaban entre si. El calor era muy intenso y los rayos del sol se filtraban entre las ramas de los altos arboles. Lestat junto a Robert y Daniel, esperaban sentados sobre un tronco de un árbol que yacía sobre el terreno. El sargento Kiano miraba continuamente al cielo y a lo mas alto de los arboles, como si estuviera buscando algo de manera obsesiva. Al cabo de los diez minutos ya estaban formados los dos grupos. El sargento y Tomas sincronizaban sus relojes. Todo estaba dispuesto. -Muy bien chicos, nos movemos. Tomas contacta con radio según lo acordado. – Y después de estas palabras pronunciadas por el sargento, los dos grupos se pusieron en marcha. Se dirigieron en direcciones opuestas, el grupo de Tomas exploraría el este mientras que el del sargento se encargaría del oeste. Mientras el grupo del sargento avanzaba, Lestat no podía contener su entusiasmo. Caminaba con pasos rápidos y en más de una ocasión Kiano tuvo que detener su posición. Daniel en cambio parecía mucho mas tranquilo, sin duda, acostumbrado a este tipo de misiones. El grupo miraba entre la maleza, a la espera de encontrar al individuo. El canto de los pájaros, el sonido de los demás animales, el ruido del agua de riachuelos cercanos a su posición, todo el conjunto los absorbía, la selva estaba viva y llena de actividad. -Sargento estoy preocupado. Toda esta situación es un poco extraña. -Tranquilo Robert. Sea lo que sea ese ser, somos nueve de los mejores hombres del ejercito. Estamos armados hasta los dientes y él esta solo. –Kiano echo una mirada a los chicos. –No tenemos de que preocuparnos créeme. -Lestat, ¿Qué tal vas? -Muy bien, Daniel. Tengo ganas de que encontremos al bichejo ese y demos buena cuenta de él. -Jajajaja. Que impetuoso eres Lestat. De todas formas me alegro de que estés con nosotros. –Le contesto Daniel. Avanzaron un poco más y entraron en un sendero estrecho, el cual estaba cercado por un sinfín de vegetación de todo tipo a ambos lados. Incluso al mirar arriba, las ramas de los arboles formaban un falso techo por el cual ni siquiera penetraban los rayos del sol. Recorridos unos diez metros daba la sensación de que se estaba haciendo de noche. La oscuridad aumentaba a cada paso que daban. -Aquí somos un blanco fácil. –Mascullo el sargento. –Encended las linternas. Lestat, Daniel, cubrid nuestras espaldas. -Si, señor. –Contestaron los dos al unisonó. Robert y Kiano avanzaban mientras los chicos les cubrían la retaguardia. De repente empezaron a oír ruidos, supuestamente de alguien o algo que se deslizaba entre la vegetación, a la derecha del grupo. Lestat apuntaba con su rifle, estaba algo nervioso y notaba como iba creciendo su adrenalina, mientras miraba intentando encontrar al acechador. El sonido cada vez se escuchaba más cercano. Ya todos apuntaban en la dirección de la que provenía. Casi a la misma vez, daban un pequeño paso atrás. La preocupación empezó a crecer en sus rostros y el sudor se precipitaba por sus mejillas y frente. -¡Mierda! ¡Sea lo que sea lo tenemos delante! –Grito Daniel. -¡Pero no lo vemos! ¡Se mueve demasiado rápido! -Esta vez era Robert el que gritaba. Kiano levanto la mano disponiéndose a ordenar algo a sus hombres cuando sonó un disparo. De inmediato algo cayo rodando entre la maleza a sus pies. Lestat recuperaba el aliento manteniendo el rifle apuntando a lo que acababa de disparar… -Joder… ¡Es un puto mono! –Daniel lo mantenía cogido por la cola y lo levanto. Todo el grupo empezó a reírse sin parar, habían estado atemorizados por un simple mono. -Que puntería Lestat… -Pero de repente la mirada tranquila de Daniel se transformo en una de asombro. -Bueno tampoco ha sido para tanto… -Lestat sonreía y se tocaba el pelo tranquilamente cuando de repente vio como Daniel y los demás se daban la vuelta y empezaban a correr. Lestat se dio media vuelta entre el grito de sus compañeros que le indicaban que corriera. Dos grandes gorilas venían corriendo desde el principio del sendero enfurecidos. Pudo ver como incomprensiblemente uno de ellos llevaba una gran roca sobre su cabeza. Se dio la vuelta lo más rápido que pudo y empezó a correr. -¡Ya veo el final del sendero! –Grito Robert. -¡Si, solo quedan unos metros! –Respondió Kiano. Detrás de ellos venia Daniel y un poco mas rezagado Lestat. Los gorilas rugían enfurecidos y de pronto él de la roca se detuvo y la lanzo con una gran fuerza. La gran piedra cayo al suelo, dio un bote y se dirigía hacia los soldados. Ocupaba todo el espacio del sendero. Robert, Kiano y Daniel consiguieron salir del sendero, pero todavía quedaba Lestat, que no paraba de correr mientras la roca le iba ganando terreno. -¡¡Corre chico!! –Grito el sargento. -¡¡Apartaos!! –Grito Lestat que se acercaba al final del sendero. La roca le iba aplastar cuando en un último suspiro salto hacia la derecha y la esquivo por milímetros. -¡Vamos Lestat! ¡Todavía no ha pasado el peligro! –Robert le cogió del brazo y lo levanto del suelo. Kiano y Daniel ya corrían. Al pasar por delante del sendero, Robert vio que los gorilas se habían detenido justo donde habían disparado al pobre mono. Seguramente seria su cría, pensó. Después de un rato, todos se pararon desfallecidos. Iba cayendo la tarde y el cielo se dibujo de un color rojizo. -Lestat no vuelvas nunca a matar a un puto mono…. –Decía Daniel entre jadeos y otra vez empezaron todos a reír. -Parece que estamos fuera de peligro. Recuperaremos el aliento y después continuaremos. –Kiano soltaba las armas en el suelo y el resto se dispuso hacer lo mismo. Parece que los gorilas no habían seguido su rastro por lo que parecían fuera de peligro. Mientras recuperaban el aliento, Lestat miraba fijamente su espada pensando si pudiera haber hecho frente a los gorilas con ella. Kiano se levanto. -Continuemos muchachos. Dentro de poco será de noche y acamparemos. Espero que el grupo de Tomas no haya tenido percances de este tipo. El grupo retomo la marcha por un camino que iba ascendiendo. Al poco rato se encontraron con una pequeña montaña que escalaron sin dificultad. Al llegar arriba delante de ellos apareció una nueva jungla bastante espesa. De pronto sono la radio.
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Post by lestat on May 3, 2008 2:47:53 GMT 2
Bueno hago un alto en el camino para mostraros esta obra de arte... Como a mi el dibujo no se me da muy bien, aki os dejo a la unidad Fox-25 en super deformed... A ver os explico un poco, de izquierda a dercha: Alexander, Hispano y detras de él obviamente el predator, Lestat, Strauss montado en la cabeza de un alien, el grandullon es Yajas y por ultimo Judas... digo Cinth... ;D Un saludo
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Post by lestat on May 9, 2008 16:51:20 GMT 2
Bueno despues de mi incursion como dibujante he decidido tomarmelo un poco mas en serio para por lo menos representar a Lestat decentemente... Esto es lo que ha salido...
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Post by lestat on May 9, 2008 17:10:59 GMT 2
PREDATOR: EL COMIENZO DE UNA LEYENDA Capitulo 8 -¡Sargento! Nos … atacando … ¡¡nooooooooo!! …. ¡¡Disparadle!! –La comunicación se entrecortaba. -¡¡¡Arghhhhhhhhhhh!!! –El grito fue terrorífico. -¡Tomas que esta pasando! –Gritaba el sargento a su comunicador. De repente todo quedo en silencio. Robert y los demás andaban de un lado a otro nerviosos a la espera de que retomaran la comunicación. Kiano sudaba inmóvil mientras mantenía la radio cerca de su oreja. -¡Sargento! ¡Oliver! –La comunicación volvió de parte de Tomas, que logro articular estas palabras entre sollozos. -¡Tranquilícese soldado! ¡Dígame que ha pasado! -¡Ha matado a Oliver! ¡Dios mío! ¡¡Lo ha matado!! –Lejos de tranquilizarse Tomas parecía cada vez mas alterado. Robert, Daniel y Lestat miraban la radio asombrados, mientras que el sargento intentaba tranquilizar a Tomas. -Tomas, ¿los demás estáis bien? -Si, si… -Ahora Tomas ya parecía algo mas tranquilo. –Le hemos dado con todo lo que teníamos y ni siquiera lo hemos herido. Y… -¿Qué ocurre? –Le interrumpió el sargento. -¡Se ha llevado el cuerpo en medio de todo este caos! ¡Parecía que el cuerpo de Oliver volara y que la selva lo engullera!! -Tomas, quiero que os mantengáis alerta. Seguid adelante y saldremos a vuestro encuentro, quiero que empecéis a dirigir vuestros pasos hacia el oeste. Nosotros haremos lo propio hacia el este y nos encontraremos. -Si, señor. -Bien, adelante chicos y suerte. –El sargento Kiano cerró la comunicación con Tomas y ordeno a sus hombres a que continuaran la marcha. Robert adelanto sus pasos y alcanzo al sargento. Daniel y Lestat lo seguían mientras los dos conversaban en voz baja. El paso del sargento y Robert disminuyo y Lestat y Daniel pasaron a ocupar la cabeza del grupo. Estaba anocheciendo y podían empezar a verse las primeras estrellas. El ruido de los pájaros ceso y ahora era el sonido de las lechuzas el que predominaba. Hacia un rato que habían abandonado el camino y se estaban abriendo paso entre la maleza cuando… -¿Pero que coño…? –Lestat enmudeció cuando al apartar una de las ramas diviso a un león muerto. -¿Esta muerto? –Pregunto Daniel. -Eso parece chico. –Contesto Robert que se acerco y agacho para comprobar si el animal aun vivía. El sargento y los chicos se acercaron un poco mientras Robert inspeccionaba al animal. Al cabo de unos segundos Robert se levanto miro a sus compañeros y dijo: -Esto es muy extraño. Este león tiene una herida limpia que atraviesa el lomo desde una parte a otra. -¿Y que tiene eso de extraño? –Pregunto Lestat. -Pues… que no hay rastro de sangre, para ser una herida tan grande. Y lo mas raro de todo es que la herida esta cauterizada. -¿Insinúa que esto lo ha hecho ese ser? –La mirada de Kiano se encontró con la de Robert al hacerle esta pregunta. -Exacto. Eso es lo que pienso. Ese monstruo tiene armas que no podemos ni llegar a imaginar. Tendremos que andar con mucho ojo si queremos salir vivos de esta selva.
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Post by lestat on May 10, 2008 0:39:53 GMT 2
Ultimamente no se que pensar... No recibo ninguna critica ni mala, ni buena, ni constructiva... etc...
Estoy pensando que con esta historia estoy aburriendo al lector, a pesar de que yo estoy disfrutando escribiendola y la voy a terminar de todas todas...
Tambien echo en falta a algunos de vosotros como Magma22, Alex93, Darkpredator, Skullhunter...
En definitiva espero vuestras criticas ya que siempre son importantes y espero tener noticias de los desaparecidos mencionados antes...
Un saludo a todos..
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