Post by Raziel on Jun 5, 2009 19:28:43 GMT 2
GAMORREANOS
Los gamorreanos son criaturas porcinas de piel verdosa, famosas por su gran fuerza y su salvaje brutalidad. Un macho maduro mide aproximadamente 1,80 metros y puede pesar más de 100 kilos; los gamorreanos tienen hocico, quijadas, pequeños cuernos y colmillos de aspecto porcino. Su fuerza bruta y su retraso cultural hacen de ellos perfectos mercenarios y trabajadores serviles.
Los gamorreanos entienden la mayoría de las lenguas alienígenas, pero la estructura de su aparato vocal impide que puedan hablar claramente en cualquier lengua que no sea la suya nativa. Para cualquier raza que no está familiarizada con esta lengua, el gamorrés parece una sarta de gruñidos y chillidos. Pero de hecho se trata de una compleja y diversa forma de forma de comunicación muy adecuada para sus creadores porcinos.
Gamorr es un planeta agradable con un terreno variado que va desde llanos helados a bosques de hoja caduca. Pero, a pesar de la agradable ecología, la historia gamorreana está singularmente marcada por guerras constantes. Sencillamente a los gamorreanos les encanta aporrear, cortar y acuchillar.
En la cultura gamorreana las hembras realizan todo el trabajo productivo. Cultivan, cazan, tejen, fabrican armas y llevan los negocios. Los machos se pasan todo el tiempo en la guerra o entrenándose para ella.
Los gamorreanos se organizan en clanes. Un consejo de matronas en cada clan establece alianzas y gobierna las relaciones con los demás. Al principio de la temporada de campaña, que va desde principios de la primavera a finales del otoño, ordenan la acción de los machos.
Los machos gamorreanos se entrenan en las artes de la guerra y el armamento desde que nacen. Su cultura y herencia les deja poca elección. Disfrutan con las masacres y la violencia y cada primavera salen a saquear los hogares de otros clanes y traen de regreso lo que han saqueado para disfrute de sus hembras. Los machos que demuestran ser valerosos consiguen más prestigio y la posibilidad de elección de pareja. Los que no, generalmente mueren por "selección natural".
Los gamorreanos están muy entrenados en la utilización de primitivas armas de ataque cuerpo a cuerpo como espadas, hachas de batalla y mazas pesadas. Estas son las armas preferidas por esta gente porcina. Pero cuando descubrieron una galaxia entera rebosando de guerras que librar y batallas que vencer, los gamorreanos descubrieron pronto las ventajas del bláster. Los machos de muchos clanes ahora son mercenarios y ganan sólidas divisas interestelares para comprar productos tecnológicamente avanzados. Sin embargo, todavía se sigue considerando de mal gusto utilizar armas energéticas durante las guerras en Gamorr.
Gamorr también es el hogar de unos parásitos llamados morrts. Del tamaño de un ratón campestre, los morrts son sanguijuelas que se alimentan de organismos vivos. Siguen con sus huéspedes durante toda su larga vida, engordando y cada vez más satisfechos con los fluidos corporales durante muchas estaciones. Extrañamente, los gamorreanos encuentran que los morrts son amistosos, mimosos y leales y tienen a los grandes parásitos como animales de compañía y símbolo de status. Un gamorreano próspero puede estar cubierto de 20 o más, pero tantas cantidades son raramente vistas excepto entre los señores guerreros o las matronas de clan. Los morrts son las únicas criaturas de la galaxia por las cuales los gamorreanos muestran afecto abiertamente.
La primera nave comercial que aterrizó en Gamorr pasó a ser el premio entre una dura guerra entre cinco clanes. La tripulación de la nave miró fascinada cómo cinco ejércitos combatían por el derecho a aproximarse. Después de dos días de sangrientos combates, emergió un vencedor de la carnicería. Los gamorreanos victoriosos avanzaron orgullosamente para reclamar el premio de los cielos; inmediatamente aporrearon la nave, reduciendola a pequeñas piezas irreconocibles. Después del séptimo suceso similar, los comerciantes mandaron una nave fuertemente armada con nuevas ordenes.: no iniciar una relación comercial, sino capturar gamorreanos como esclavos.
No pasó mucho tiempo antes de que se descubrieran más utilidades lucrativas para los gamorreanos. Pronto fueron contratados como guardianes, soldados profesionales, mercenarios y cazarecompensas.. y los gamorreanos nunca se han divertido tanto.
Los gamorreanos trabajarán para cualquiera, si el dinero es bueno y el trabajo les gusta. Sirven felizmente como esclavos si el trabajo implica muchos combates. Un problema con el empleo de gamorreanos son sus prácticas contractuales; los gamorreanos no consideran que un trato sea vinculante si no está sellado con sangre. Además, los señores de la guerra tradicionalmente ponen a prueba el temple de un recluta obligándole a luchar por su posición. Por eso, cuando un forastero busca empleados gamorreanos, se espera de él que proporcione una prueba. Para tener un trato fuertemente vinculante, el empleador en potencia debería él mismo poner a prueba al gamorreano. La actitud del gamorreano es sencilla: si un forastero no puede derrotar a su mercenario, no vale la pena trabajar para él. Esta maquinas porcinas de luchar respetan de verdad una buena paliza.
El Imperio utiliza gamorreanos como trabajadores esclavos y muchos gobiernos independientes, agencias privadas y organizaciones clandestinas los utilizan como guardianes y soldados. No son particularmente útiles para la Rebelión, ya que los gamorreanos tienden a disparar así que se presenta la primera oportunidad... y luego siguen disparando.
1 SALUDO!!!
Los gamorreanos son criaturas porcinas de piel verdosa, famosas por su gran fuerza y su salvaje brutalidad. Un macho maduro mide aproximadamente 1,80 metros y puede pesar más de 100 kilos; los gamorreanos tienen hocico, quijadas, pequeños cuernos y colmillos de aspecto porcino. Su fuerza bruta y su retraso cultural hacen de ellos perfectos mercenarios y trabajadores serviles.
Los gamorreanos entienden la mayoría de las lenguas alienígenas, pero la estructura de su aparato vocal impide que puedan hablar claramente en cualquier lengua que no sea la suya nativa. Para cualquier raza que no está familiarizada con esta lengua, el gamorrés parece una sarta de gruñidos y chillidos. Pero de hecho se trata de una compleja y diversa forma de forma de comunicación muy adecuada para sus creadores porcinos.
Gamorr es un planeta agradable con un terreno variado que va desde llanos helados a bosques de hoja caduca. Pero, a pesar de la agradable ecología, la historia gamorreana está singularmente marcada por guerras constantes. Sencillamente a los gamorreanos les encanta aporrear, cortar y acuchillar.
En la cultura gamorreana las hembras realizan todo el trabajo productivo. Cultivan, cazan, tejen, fabrican armas y llevan los negocios. Los machos se pasan todo el tiempo en la guerra o entrenándose para ella.
Los gamorreanos se organizan en clanes. Un consejo de matronas en cada clan establece alianzas y gobierna las relaciones con los demás. Al principio de la temporada de campaña, que va desde principios de la primavera a finales del otoño, ordenan la acción de los machos.
Los machos gamorreanos se entrenan en las artes de la guerra y el armamento desde que nacen. Su cultura y herencia les deja poca elección. Disfrutan con las masacres y la violencia y cada primavera salen a saquear los hogares de otros clanes y traen de regreso lo que han saqueado para disfrute de sus hembras. Los machos que demuestran ser valerosos consiguen más prestigio y la posibilidad de elección de pareja. Los que no, generalmente mueren por "selección natural".
Los gamorreanos están muy entrenados en la utilización de primitivas armas de ataque cuerpo a cuerpo como espadas, hachas de batalla y mazas pesadas. Estas son las armas preferidas por esta gente porcina. Pero cuando descubrieron una galaxia entera rebosando de guerras que librar y batallas que vencer, los gamorreanos descubrieron pronto las ventajas del bláster. Los machos de muchos clanes ahora son mercenarios y ganan sólidas divisas interestelares para comprar productos tecnológicamente avanzados. Sin embargo, todavía se sigue considerando de mal gusto utilizar armas energéticas durante las guerras en Gamorr.
Gamorr también es el hogar de unos parásitos llamados morrts. Del tamaño de un ratón campestre, los morrts son sanguijuelas que se alimentan de organismos vivos. Siguen con sus huéspedes durante toda su larga vida, engordando y cada vez más satisfechos con los fluidos corporales durante muchas estaciones. Extrañamente, los gamorreanos encuentran que los morrts son amistosos, mimosos y leales y tienen a los grandes parásitos como animales de compañía y símbolo de status. Un gamorreano próspero puede estar cubierto de 20 o más, pero tantas cantidades son raramente vistas excepto entre los señores guerreros o las matronas de clan. Los morrts son las únicas criaturas de la galaxia por las cuales los gamorreanos muestran afecto abiertamente.
La primera nave comercial que aterrizó en Gamorr pasó a ser el premio entre una dura guerra entre cinco clanes. La tripulación de la nave miró fascinada cómo cinco ejércitos combatían por el derecho a aproximarse. Después de dos días de sangrientos combates, emergió un vencedor de la carnicería. Los gamorreanos victoriosos avanzaron orgullosamente para reclamar el premio de los cielos; inmediatamente aporrearon la nave, reduciendola a pequeñas piezas irreconocibles. Después del séptimo suceso similar, los comerciantes mandaron una nave fuertemente armada con nuevas ordenes.: no iniciar una relación comercial, sino capturar gamorreanos como esclavos.
No pasó mucho tiempo antes de que se descubrieran más utilidades lucrativas para los gamorreanos. Pronto fueron contratados como guardianes, soldados profesionales, mercenarios y cazarecompensas.. y los gamorreanos nunca se han divertido tanto.
Los gamorreanos trabajarán para cualquiera, si el dinero es bueno y el trabajo les gusta. Sirven felizmente como esclavos si el trabajo implica muchos combates. Un problema con el empleo de gamorreanos son sus prácticas contractuales; los gamorreanos no consideran que un trato sea vinculante si no está sellado con sangre. Además, los señores de la guerra tradicionalmente ponen a prueba el temple de un recluta obligándole a luchar por su posición. Por eso, cuando un forastero busca empleados gamorreanos, se espera de él que proporcione una prueba. Para tener un trato fuertemente vinculante, el empleador en potencia debería él mismo poner a prueba al gamorreano. La actitud del gamorreano es sencilla: si un forastero no puede derrotar a su mercenario, no vale la pena trabajar para él. Esta maquinas porcinas de luchar respetan de verdad una buena paliza.
El Imperio utiliza gamorreanos como trabajadores esclavos y muchos gobiernos independientes, agencias privadas y organizaciones clandestinas los utilizan como guardianes y soldados. No son particularmente útiles para la Rebelión, ya que los gamorreanos tienden a disparar así que se presenta la primera oportunidad... y luego siguen disparando.
1 SALUDO!!!