Post by Necrophilus on Nov 16, 2008 19:31:31 GMT 2
COMO DESTRUIR A UN HOMBRE LOBO
Aunque en el cine se establece como única forma de matar a un hombre lobo el uso de la plata, en la tradición europea de la edad media no se precisaba de ningún medio especial para matar a un hombre lobo, no era más que una abominacion de la naturaleza influenciada por el mal y por lo tanto podía ser matado como cualquier otro animal. Es mas durante esa época el temor al lobo hizo que se masacrara a este animal por todo el centro de Europa. Los metodos que usaba la inquisición para determinar si alguien era hombre lobo o no, se solía despellejar a las personas para ver si tenian el pelo debajo de la piel o torturarles hasta que reconocían que eran hombres lobo...
Mas info:
Como el vampiro se cierne sobre Transilvania, así el hombre lobo inquieta a la Europa del norte y occidente. Las leyendas del hombre lobo se remontan quizás a los mitos de los dioses nórdicos que adquirían apariencia de animales como el lobo y el oso.
Más adelante, en el siglo XVI, se desató la persecución contra las brujas, y se extendió la creencia de que se convertían en lobos.
Hasta entonces las brujas sólo habían tomado forma de sapos, gatos y liebres.
En figura humana, no es fácil distinguir un hombre lobo de un vampiro, ya que comparten numerosas características. Entre ellas figura el entrecejo corrido, orejas pequeñas algo puntiagudas, manos con uñas en forma de garras y vello en las palmas. Pero existe una sutil diferencia: en cada mano, los dedos índice y corazón son de la misma longitud.
Realizada su transformación, el hombre lobo aparece, bien como un lobo de gran tamaño que camina a cuatro patas, bien como un ser erecto muy velludo, que conserva garras en las manos y facciones humanas repulsivas. En cualquiera de ambas metamorfosis desgarra las gargantas de sus víctimas, ya sean hombres o animales, y luego devora la carne cruda.
Pelo en las entrañas
En la Italia del siglo XVI se creía que a ciertos hombres lobo les crecía pelo en el interior del cuerpo. Se sabe que un sospechoso de licantropía murió en 1541 bajo el escalpelo de quienes lo examinaban.
Juan Sin Tierra, monarca impopular que reinó en Inglaterra de l199 a 1216, dejó tras su muerte la sospecha de haber sido hombre lobo. Según una crónica normanda, los monjes, al oír ruidos en su tumba, extrajeron el cadáver y lo apartaron de tierra sagrada:
«De esta suerte el triste presagio de su apodo -Sin Tierra- se realizó puntualmente: en vida perdió casi todos sus dominios y después de muerto no pudo entrar en pacífica posesión de su tumba.»
Son muchas las maneras cómo un hombre puede convertirse en lobo. El clérigo Gervasio de Tilbury decía en la Edad Media que un método infalible consistía en desnudarse y revolcarse en la arena en las noches de plenilunio.
Pero según las leyendas de Italia, la condición es ser concebido en el plenilunio o sencillamente dormir un viernes a la intemperie bajo la luz de la luna llena.
Se decía en Irlanda que San Patricio maldijo a toda una tribu que por su falta de fe colmó la paciencia del santo: cada siete años se convertían en lobos.
Mordido por un lobo rabioso
Algunas tradiciones europeas aseguran que la transformación se realiza al beber en un arroyo donde ha abrevado un lobo, al ser mordido por un lobo rabioso o al comer del acónito, una planta medicinal.
Los procedimientos utilizados contra los hombres lobo son también numerosos. La sabiduría francocanadiense aconseja el exorcismo, invocando el nombre de Cristo, o llamando tres veces al hombre lobo por su nombre de bautismo.
En Francia se asignaba al hombre lobo el nombre de loupgarou, y se decía que el modo de vencerlo era extraerle tres gotas de sangre durante la transformación.
Pero el remedio más extendido de librar a un cristiano de la triste maldición era herir al animal con un proyectil de plata, preferentemente sagrada, tomada por ejemplo del crucifijo de alguna iglesia.
Hombres leopardo
En las leyendas de casi todos los países está presente el mito de los hombres animales. En África, algunos pueblos primitivos creen que existen hombres convertidos en leopardos; en Asia, los pueblos supersticiosos temen al hombre tigre, y los escandinavos decían que algunos hombres cazaban en figura de osos.
Algunas de estas curiosas historias tienen su fundamento en hechos reales. Se da el caso, no frecuente por fortuna, de personas que creen ser animales y tratan incluso de beber sangre y comer carne cruda; es la enfermedad conocida con el nombre de zoantropía paranoica.
Aunque en el cine se establece como única forma de matar a un hombre lobo el uso de la plata, en la tradición europea de la edad media no se precisaba de ningún medio especial para matar a un hombre lobo, no era más que una abominacion de la naturaleza influenciada por el mal y por lo tanto podía ser matado como cualquier otro animal. Es mas durante esa época el temor al lobo hizo que se masacrara a este animal por todo el centro de Europa. Los metodos que usaba la inquisición para determinar si alguien era hombre lobo o no, se solía despellejar a las personas para ver si tenian el pelo debajo de la piel o torturarles hasta que reconocían que eran hombres lobo...
Mas info:
Como el vampiro se cierne sobre Transilvania, así el hombre lobo inquieta a la Europa del norte y occidente. Las leyendas del hombre lobo se remontan quizás a los mitos de los dioses nórdicos que adquirían apariencia de animales como el lobo y el oso.
Más adelante, en el siglo XVI, se desató la persecución contra las brujas, y se extendió la creencia de que se convertían en lobos.
Hasta entonces las brujas sólo habían tomado forma de sapos, gatos y liebres.
En figura humana, no es fácil distinguir un hombre lobo de un vampiro, ya que comparten numerosas características. Entre ellas figura el entrecejo corrido, orejas pequeñas algo puntiagudas, manos con uñas en forma de garras y vello en las palmas. Pero existe una sutil diferencia: en cada mano, los dedos índice y corazón son de la misma longitud.
Realizada su transformación, el hombre lobo aparece, bien como un lobo de gran tamaño que camina a cuatro patas, bien como un ser erecto muy velludo, que conserva garras en las manos y facciones humanas repulsivas. En cualquiera de ambas metamorfosis desgarra las gargantas de sus víctimas, ya sean hombres o animales, y luego devora la carne cruda.
Pelo en las entrañas
En la Italia del siglo XVI se creía que a ciertos hombres lobo les crecía pelo en el interior del cuerpo. Se sabe que un sospechoso de licantropía murió en 1541 bajo el escalpelo de quienes lo examinaban.
Juan Sin Tierra, monarca impopular que reinó en Inglaterra de l199 a 1216, dejó tras su muerte la sospecha de haber sido hombre lobo. Según una crónica normanda, los monjes, al oír ruidos en su tumba, extrajeron el cadáver y lo apartaron de tierra sagrada:
«De esta suerte el triste presagio de su apodo -Sin Tierra- se realizó puntualmente: en vida perdió casi todos sus dominios y después de muerto no pudo entrar en pacífica posesión de su tumba.»
Son muchas las maneras cómo un hombre puede convertirse en lobo. El clérigo Gervasio de Tilbury decía en la Edad Media que un método infalible consistía en desnudarse y revolcarse en la arena en las noches de plenilunio.
Pero según las leyendas de Italia, la condición es ser concebido en el plenilunio o sencillamente dormir un viernes a la intemperie bajo la luz de la luna llena.
Se decía en Irlanda que San Patricio maldijo a toda una tribu que por su falta de fe colmó la paciencia del santo: cada siete años se convertían en lobos.
Mordido por un lobo rabioso
Algunas tradiciones europeas aseguran que la transformación se realiza al beber en un arroyo donde ha abrevado un lobo, al ser mordido por un lobo rabioso o al comer del acónito, una planta medicinal.
Los procedimientos utilizados contra los hombres lobo son también numerosos. La sabiduría francocanadiense aconseja el exorcismo, invocando el nombre de Cristo, o llamando tres veces al hombre lobo por su nombre de bautismo.
En Francia se asignaba al hombre lobo el nombre de loupgarou, y se decía que el modo de vencerlo era extraerle tres gotas de sangre durante la transformación.
Pero el remedio más extendido de librar a un cristiano de la triste maldición era herir al animal con un proyectil de plata, preferentemente sagrada, tomada por ejemplo del crucifijo de alguna iglesia.
Hombres leopardo
En las leyendas de casi todos los países está presente el mito de los hombres animales. En África, algunos pueblos primitivos creen que existen hombres convertidos en leopardos; en Asia, los pueblos supersticiosos temen al hombre tigre, y los escandinavos decían que algunos hombres cazaban en figura de osos.
Algunas de estas curiosas historias tienen su fundamento en hechos reales. Se da el caso, no frecuente por fortuna, de personas que creen ser animales y tratan incluso de beber sangre y comer carne cruda; es la enfermedad conocida con el nombre de zoantropía paranoica.