Post by Dark Predator on Apr 22, 2008 18:43:50 GMT 2
Debido a recientes peticiones (SkullHunter y Compañía ;D ;D ;D), procedo a continuar con la historia de Blaze. En ella sale Draln
Un Saludo para Draln Predator!!
La nave llegaba a Homeworld, hábilmente pilotada por Blaze y Chuu'per. Reidak, se dedicaba a pulir cráneos. Y por su parte, Ánië ya estaba casi recuperada por completo de su encuentro con el pretoriano. Ahora el cráneo del xenomorfo decoraba su camarote: Un regalo de Blaze a su alumna. La jóven se dedicaba a pasear por su estancia cuando oyó una fuerte conversación. Salió al pasillo y se dirigió al puente principal. Allí, Blaze y Chuu'per discutían con alguien cuya voz salía de la radio. -¡Sandrán tres fragatas a interceptaros!- decía la voz -¡Estais todos arrestados! Si os resistís, sereis destruidos-. Blaze estaba a punto de perder los estribos, esa persona, fuese quien fuese, empezaba a tocarle las narices. Chuu'per se percató y se alejó un poco. -¡Oiga! No sé quién es usted ni lo que quiere, pero nosotros no hemos hecho nada- se defendió Blaze. -Sabemos lo que has hecho Beneke. No intentes negarlo- dijo la voz. -Yo no soy Beneke, ¡DIGAME AHORA MISMO QUIÉN ES USTED!- rugió Blaze. Esto pilló un poco de golpe a la cazadora, que perdió el equilibrio y cayó dentro del cuarto. Al caer, causó un gran estrépito. Chuu'per se volvió a ayudarla, pero Blaze estaba demasiado furioso para preguntarle nada. -Soy el teniente de fragata Glowk-Thwei- dijo la voz con un tono que irradiaba chulería. -Por mí, como si es un Elder. Si me ataca, verá el rostro de Cetanu antes de lo que cree- dijo Blaze con todo el sarcasmo del mundo, apagando la radio. -Ahora dime, ¿Qué hacías espiando?- se dirigió a Ánië. -Oí una discusión y vine a comprobar- se defendió la chica. -Pues por lo visto, creen que somos Beneke. Espero que esos bichos se lo comieran- dijo Chuu'per.
Una vez la nave aterrizó en Homeworld, tres fragatas aterrizaron rodeandola. -Bueno, aquí esta el teniente- dijo Chuu'per mirando por la ventana. -Serán abordados. No pongan resistencia- dijo la radio. -"Seran abordados". "No pongan resistencia". Joder Blaze, ¿Has visto qué gilipollez?- dijo Ánië haciendo burla al teniente. -Bueno, por lo menos, para tonto vale. Pobrecito, me gustaría saber cuánto duraría contra un pretoriano como el que mató Blaze- dijo Chuu'per, que se partía de risa. Reidak llegó corriendo. -¡Hey Blaze! Alguien aporrea la nave, en la bodega de carga- dijo Reidak preocupado. -Será nuestro amigo el teniente- dijo Chuu'per dando a Reidak unas palmaditas en el hombro mientras él y Blaze se dirigían a la bodega. Blaze encendió las luces de la bodega, iluminando toda la estancia. De la compuerta, salían unas chispas azules: Alguien estaba cortando la puerta...
De pronto, la puerta cayó con un ruido espantoso. Un yaut'ja alto y fornido entró en la bodega seguido de seis guardias. Uno de ellos saltó sobre Blaze con las cuchillas activadas. -No se preocupe teniente, yo me ocupo del Bad-Blood- dijo. Blaze iba desarmado, pero eso no era ningún problema. El guardia consiguió alcanzarle dos veces, apuñalarle. De las heridas de Blaze, ante el asombro de todos los recién llegados, empezó a manar sangre de color malva. Blaze, sin inmutarse, agarró al guardia por el cuello, lo levantó y finalmente lo arrojó contra una pared: el guardia estaba muerto. -¡Arrestadlos!- chilló el teniente. Los guardias sacaron y montaron sus Plasma-Caster. El grupo no tuvo opción salvo rendirse.
Durante seis días, Blaze estuvo en una celda energética, rodeada de pred-aliens que trataban de entrar a toda costa. Uno tuva la fatal idea de tratar de pinchar al guerrero con la cola: ese pred-alien llevava dos días sin cola y, al parecer había sido repudiado por el resto. De pronto, un gas salió de las paredes que hizo que los pred-alien corrieran a refugiarse en un cuarto, huyendo. Cuando el último monstruo estuvo dentro. se activó un campo de fuerza que los encerró. En la sala entró un yaut'ja muy anciano: se apoyaba en un bastón hecho de madera tallada y sus dreadlocks eran de un color blanco como la nieve. El anciano se acercó con dificultad a la celda. -Tu cara me suena, anciano. ¿Nos conocemos?- preguntó Blaze con sumo respeto. -Yo a tí si, pero dudo que tú a mí me conozcas, Blaze- dijo el anciano tranquilamente. -¿Cómo sabes tú mi nombre?- se extrañó el yaut'ja. -Oh, yo sé muchas cosas de tí, Blaze: Eres hijo de Sharwez, tu sangre es malva y tu Dah'kte se llama XenoBlade- dijo el anciano. Blaze estaba un poco descolocado, ese anciano sabía cosas que sólo él y muy pocos conocían. -¿Nunca te has preguntado el por qué tu sangre no es verde? o ¿Por qué eres mucho más fuerte que un Yaut'ja normal? o simplemente, ¿Por qué eres de color negro?- soltó de pronto el viejo. -Nunca me lo he planteado- dijo Blaze mirando al techo. -Pues yo tengo las respuestas a esas y a otras preguntas- dijo el anciano con tono misterioso. -Me gustaría salir de aquí- pidió Blaze. -Me temo que eso no es posible, hijo- contestó el anciano. Blaze ya se estaba cansando de aquél predatro. -Bueno, ya que no me sacas, contestame a esas preguntas- pidió Blaze. -Escucha y no me interrumpas- pidió el anciano, que se sentó en el suelo. -Verás, tu sangre es malva debido a la alteración genética que te otorga tus otras distinciones, como la fuerza, el color y longevidad indefinida. También puedes ver en todas las frecuencias del espectro electromagnético desde el infrarrojo hasta los rayos X. Pero me temo que no has cultivado esas habilidades, sólo la fuerza- el viejo hizo una pausa. -Tu alteración se dá en nuestra especie cada diez mil años y ahora, tienes que cumplir con tu obligación. La Profecía debe cumplirse-. Blaze reconoció al anciano de pronto. -¡Tú! Eres el sacerdote de Cetanu que me hizo la prueba hace años- dijo emocionado. -Sí, pero tú debes cumplir tu tarea, ahora estás preparado para ello- dijo el anciano haciéndolo callar con un gesto. -Dime qué tarea es esa- rogó Blaze. -Muy simple: Tu deber es acabar con los Bad-Blood. Matarlos y erradicarlos del Universo- dijo el anciano. La luz que brillaba en lo ojos de Blaze desapareció de golpe. -Yo no mato yaut'jas. No importa que sean Bad-Bloods- dijo cortante. -Los actos de un Bad-Blood casi acaban con la vida de tu aprendíz de "artes marciales"- replicó el anciano. -Ya... bueno, yo...- empezó Blaze, pero el otro pred no le dejó. -Un Bad-Blood ha causado una infestación el una nave mundo. Toda la tripulación ha muerto, incluido un amigo de tu padre: El Azote-. -¡NO! No puede ser, el Azote era un gran guerrero... ¿Qué ocurrió?- preguntó Blaze apenado. -Su propio hijo liberó a una reina Xenomorfo. Eso provocó la muerte de todos- aclaró el predator anciano. -Se... ¿Se sabe cuál de los dos hijos fué?- inquirió Blaze. -Sí, sabemos cual ha sido. Ha sido Draln- dijo el anciano. -¿Dónde está ahora?- preguntó el cazador. -Se ha fugado de la prisión donde estaba recluido. Ha huído de Homeworld. Tu deber es encontrarlo y matarle- dijo tajante el anciano. Blaze estaba decidido a acabar con Draln: El Azote había sido como un tío para él. Su propio hijo lo había matado. -Sácame de aquí, y te prometo que acabaré con Draln. Necesitaré algunas cosas e información- dijo Blaze pasado un rato. -Vale. ¿Qué necesitas?- solicitó el anciano sacerdote. -Mi nave, mi armadura, mis armas e información sobre la nave de Draln. Si es lenta, le encontraré antes- dijo Blaze. La puerta de la celda se abrió y Blaze se dirigió a la salida del edificio. La voz del anciano le hizo parar y volverse. -De acuerdo pues Blaze, hijo de Sharwez. Tendrás lo que me pides. Ya que te vá el color negro, serás conocido como Dark Predator, el Terror de los Bad-Blood. Debes saber que el cargo que tendrás te colocará a la altura de un Elder. Aquellos que persiguen a los Bad-Blood son Arbitradores. Todos ellos gozan de gran respeto incluso entre Elders- dijo el anciano. Blaze saludó con una inclinación y salió en dirección al edificio de los guardias...
Un Saludo para Draln Predator!!
(7) La Profecía se cumple. Dark Predator: El Yaut'ja Oscuro (7)
La nave llegaba a Homeworld, hábilmente pilotada por Blaze y Chuu'per. Reidak, se dedicaba a pulir cráneos. Y por su parte, Ánië ya estaba casi recuperada por completo de su encuentro con el pretoriano. Ahora el cráneo del xenomorfo decoraba su camarote: Un regalo de Blaze a su alumna. La jóven se dedicaba a pasear por su estancia cuando oyó una fuerte conversación. Salió al pasillo y se dirigió al puente principal. Allí, Blaze y Chuu'per discutían con alguien cuya voz salía de la radio. -¡Sandrán tres fragatas a interceptaros!- decía la voz -¡Estais todos arrestados! Si os resistís, sereis destruidos-. Blaze estaba a punto de perder los estribos, esa persona, fuese quien fuese, empezaba a tocarle las narices. Chuu'per se percató y se alejó un poco. -¡Oiga! No sé quién es usted ni lo que quiere, pero nosotros no hemos hecho nada- se defendió Blaze. -Sabemos lo que has hecho Beneke. No intentes negarlo- dijo la voz. -Yo no soy Beneke, ¡DIGAME AHORA MISMO QUIÉN ES USTED!- rugió Blaze. Esto pilló un poco de golpe a la cazadora, que perdió el equilibrio y cayó dentro del cuarto. Al caer, causó un gran estrépito. Chuu'per se volvió a ayudarla, pero Blaze estaba demasiado furioso para preguntarle nada. -Soy el teniente de fragata Glowk-Thwei- dijo la voz con un tono que irradiaba chulería. -Por mí, como si es un Elder. Si me ataca, verá el rostro de Cetanu antes de lo que cree- dijo Blaze con todo el sarcasmo del mundo, apagando la radio. -Ahora dime, ¿Qué hacías espiando?- se dirigió a Ánië. -Oí una discusión y vine a comprobar- se defendió la chica. -Pues por lo visto, creen que somos Beneke. Espero que esos bichos se lo comieran- dijo Chuu'per.
Una vez la nave aterrizó en Homeworld, tres fragatas aterrizaron rodeandola. -Bueno, aquí esta el teniente- dijo Chuu'per mirando por la ventana. -Serán abordados. No pongan resistencia- dijo la radio. -"Seran abordados". "No pongan resistencia". Joder Blaze, ¿Has visto qué gilipollez?- dijo Ánië haciendo burla al teniente. -Bueno, por lo menos, para tonto vale. Pobrecito, me gustaría saber cuánto duraría contra un pretoriano como el que mató Blaze- dijo Chuu'per, que se partía de risa. Reidak llegó corriendo. -¡Hey Blaze! Alguien aporrea la nave, en la bodega de carga- dijo Reidak preocupado. -Será nuestro amigo el teniente- dijo Chuu'per dando a Reidak unas palmaditas en el hombro mientras él y Blaze se dirigían a la bodega. Blaze encendió las luces de la bodega, iluminando toda la estancia. De la compuerta, salían unas chispas azules: Alguien estaba cortando la puerta...
De pronto, la puerta cayó con un ruido espantoso. Un yaut'ja alto y fornido entró en la bodega seguido de seis guardias. Uno de ellos saltó sobre Blaze con las cuchillas activadas. -No se preocupe teniente, yo me ocupo del Bad-Blood- dijo. Blaze iba desarmado, pero eso no era ningún problema. El guardia consiguió alcanzarle dos veces, apuñalarle. De las heridas de Blaze, ante el asombro de todos los recién llegados, empezó a manar sangre de color malva. Blaze, sin inmutarse, agarró al guardia por el cuello, lo levantó y finalmente lo arrojó contra una pared: el guardia estaba muerto. -¡Arrestadlos!- chilló el teniente. Los guardias sacaron y montaron sus Plasma-Caster. El grupo no tuvo opción salvo rendirse.
Durante seis días, Blaze estuvo en una celda energética, rodeada de pred-aliens que trataban de entrar a toda costa. Uno tuva la fatal idea de tratar de pinchar al guerrero con la cola: ese pred-alien llevava dos días sin cola y, al parecer había sido repudiado por el resto. De pronto, un gas salió de las paredes que hizo que los pred-alien corrieran a refugiarse en un cuarto, huyendo. Cuando el último monstruo estuvo dentro. se activó un campo de fuerza que los encerró. En la sala entró un yaut'ja muy anciano: se apoyaba en un bastón hecho de madera tallada y sus dreadlocks eran de un color blanco como la nieve. El anciano se acercó con dificultad a la celda. -Tu cara me suena, anciano. ¿Nos conocemos?- preguntó Blaze con sumo respeto. -Yo a tí si, pero dudo que tú a mí me conozcas, Blaze- dijo el anciano tranquilamente. -¿Cómo sabes tú mi nombre?- se extrañó el yaut'ja. -Oh, yo sé muchas cosas de tí, Blaze: Eres hijo de Sharwez, tu sangre es malva y tu Dah'kte se llama XenoBlade- dijo el anciano. Blaze estaba un poco descolocado, ese anciano sabía cosas que sólo él y muy pocos conocían. -¿Nunca te has preguntado el por qué tu sangre no es verde? o ¿Por qué eres mucho más fuerte que un Yaut'ja normal? o simplemente, ¿Por qué eres de color negro?- soltó de pronto el viejo. -Nunca me lo he planteado- dijo Blaze mirando al techo. -Pues yo tengo las respuestas a esas y a otras preguntas- dijo el anciano con tono misterioso. -Me gustaría salir de aquí- pidió Blaze. -Me temo que eso no es posible, hijo- contestó el anciano. Blaze ya se estaba cansando de aquél predatro. -Bueno, ya que no me sacas, contestame a esas preguntas- pidió Blaze. -Escucha y no me interrumpas- pidió el anciano, que se sentó en el suelo. -Verás, tu sangre es malva debido a la alteración genética que te otorga tus otras distinciones, como la fuerza, el color y longevidad indefinida. También puedes ver en todas las frecuencias del espectro electromagnético desde el infrarrojo hasta los rayos X. Pero me temo que no has cultivado esas habilidades, sólo la fuerza- el viejo hizo una pausa. -Tu alteración se dá en nuestra especie cada diez mil años y ahora, tienes que cumplir con tu obligación. La Profecía debe cumplirse-. Blaze reconoció al anciano de pronto. -¡Tú! Eres el sacerdote de Cetanu que me hizo la prueba hace años- dijo emocionado. -Sí, pero tú debes cumplir tu tarea, ahora estás preparado para ello- dijo el anciano haciéndolo callar con un gesto. -Dime qué tarea es esa- rogó Blaze. -Muy simple: Tu deber es acabar con los Bad-Blood. Matarlos y erradicarlos del Universo- dijo el anciano. La luz que brillaba en lo ojos de Blaze desapareció de golpe. -Yo no mato yaut'jas. No importa que sean Bad-Bloods- dijo cortante. -Los actos de un Bad-Blood casi acaban con la vida de tu aprendíz de "artes marciales"- replicó el anciano. -Ya... bueno, yo...- empezó Blaze, pero el otro pred no le dejó. -Un Bad-Blood ha causado una infestación el una nave mundo. Toda la tripulación ha muerto, incluido un amigo de tu padre: El Azote-. -¡NO! No puede ser, el Azote era un gran guerrero... ¿Qué ocurrió?- preguntó Blaze apenado. -Su propio hijo liberó a una reina Xenomorfo. Eso provocó la muerte de todos- aclaró el predator anciano. -Se... ¿Se sabe cuál de los dos hijos fué?- inquirió Blaze. -Sí, sabemos cual ha sido. Ha sido Draln- dijo el anciano. -¿Dónde está ahora?- preguntó el cazador. -Se ha fugado de la prisión donde estaba recluido. Ha huído de Homeworld. Tu deber es encontrarlo y matarle- dijo tajante el anciano. Blaze estaba decidido a acabar con Draln: El Azote había sido como un tío para él. Su propio hijo lo había matado. -Sácame de aquí, y te prometo que acabaré con Draln. Necesitaré algunas cosas e información- dijo Blaze pasado un rato. -Vale. ¿Qué necesitas?- solicitó el anciano sacerdote. -Mi nave, mi armadura, mis armas e información sobre la nave de Draln. Si es lenta, le encontraré antes- dijo Blaze. La puerta de la celda se abrió y Blaze se dirigió a la salida del edificio. La voz del anciano le hizo parar y volverse. -De acuerdo pues Blaze, hijo de Sharwez. Tendrás lo que me pides. Ya que te vá el color negro, serás conocido como Dark Predator, el Terror de los Bad-Blood. Debes saber que el cargo que tendrás te colocará a la altura de un Elder. Aquellos que persiguen a los Bad-Blood son Arbitradores. Todos ellos gozan de gran respeto incluso entre Elders- dijo el anciano. Blaze saludó con una inclinación y salió en dirección al edificio de los guardias...