Dark Predator
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Post by Dark Predator on Feb 13, 2008 10:49:34 GMT 2
Aquí voy a colocar la historia de Blaze, al abitrador Dark Predator. Espero que os guste, pues va desde su nacimiento hasta que llega a Arcturus, en la historia interactiva. Si no os importa que la escriba claro. Constará de 10 capítulos: 1) La profecía. 2) Disputas familiares. 3) El Imperio del Sol Naciente. 4) La necesidad... madre de la ciencia. 5) El Regreso. 6) LV-426 7) La profecía se cumple: Dark Predator, el Yaut'ja oscuro. 8) El Valle del Bad-Blood (partes 1, 2 y 3). 9) Rumores en Arcturus. 10) Buscando a Reidak y Chuu'per.
Espero que os guste, le estoy poniendo todas mis ganas. Acabo de acabar el último capítulo, asi que iré pasándolo aquí esta tarde (Las 17:00 horas horas en España).
Hasta Luego!!
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Post by Dark Predator on Feb 18, 2008 15:24:31 GMT 2
Doble post para colocar el primer capítulo. (1) La Profecía (1) Caía la lluvia... El clan recibió la esperada llamada: -¡¿Hay ..gui.n .hí?!- decía el aparato. -¡Hay muchas interferencias!- dijo el operador de la radio. -¡Pues busca una solución, estupido eta!- gritó furioso el elder. Todo el clan estaba en la sala de la radio, escuchando la llamada que tuvo que llegar unas horas antes. -¡¡Ya está, oh Gran Elder, tenemos transmisión clara!!- respondió el Yaut'ja de la radio. -¡¡Esto es el Infierno, nos está masacrando!! Ese bastardo nos ha traicionado. ¡¡Es un Bad-Blood!!- decía la voz del cazador. -Mierda... ¡Salid de ahí ahora mismo!- ordenó el Elder. -¡Nos ha encontrado! ¡Lleva el arma anti-vehículos!- decía la angustiada voz. Luego, tras una tremenda explosión, nada se oyó durante un rato, hasta que un sonido rompió el silencio: -He logrado escapar, todos han muerto- sentenció el cazador. -Voy a cazarle...- El Elder respondió con velocidad de rayo: -¡¡NO!!, es demasiado habil para tí, esta es tu primera cacería. ¡Vete!-. Pero antes de obtener una repuesta, se oye el inconfundible sonido de una Dah'kte al ser activada, seguido del sonido de las salpicaduras de sangre. Y se perdió conexión. -Paya y Cetanu nos ayuden, no podemos acabar con todos- dijo el Elder con tono pesimista. En la clínica, el médico atendía el parto de la hembra. Durante las últimas horas, habían aparecido complicaciones... El veterano guerrero cazador esperaba fuera, mientras su esposa traía al mundo a su hijo. Pese a oir los gritos y el ruido, no se preocupó: El médico era un buen amigo de su familia, muy honorable y un buen doctor. Tras unas horas que parecieron años, el médico salió. Su cara estaba algo manchada de lo que parecía sangre, pero no era verde: Un líquido de color malva fluorescente. El médico se acercó al cazador. -Tu hijo es...- empezó. -Sigue, por favor- imploró el Yaut'ja. -Entra y míralo tu mismo- dijo el doctor encogiéndose de hombros. -Por cierto, tu esposa está bien-. Sharwez entró como un vendaval en la sala. Su esposa sostenía en brazos al bebé. Cuando se acercó más, se sorprendió: El bebé era de color negro, con manchas y ojos rojos. Había oido hablar de casos de Yaut'jas albinos, pero esto era rarísimo. De pronto, recordó algo. -La profecía...- dijo en un susurro. Según una antigua profecía, un guerrero oscuro llegaría en los momentos más difíciles para erradicar a los Bad-Blood para siempre. Y dicho guerrero sería de la familia de Sharwez. Sin siquiera decir nada más, cogió al bebé, pidió al médico que dejara a su esposa en casa y se fué con el niño al templo. La lluvia cesó sin que nadie lo apreciara. Tras una sencilla pero arriesgada prueba, quedó claro: El bebé era el guerrero de la profecía. Blaze, el cazador, había llegado.
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Post by lestat on Feb 18, 2008 19:17:00 GMT 2
Eyyy amigo Dark!!! Llevaba tiempo esperando que empezaras con tu historia y por lo que he podido leer en este primer capitulo tiene una pinta estupenda... Tu narracion tambien me parece muy buena, continua que ya hay ganas de ver como se desarrolla Blaze... Un saludo artista!!
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Post by Dark Predator on Feb 21, 2008 19:31:16 GMT 2
(2) Disputas Familiares (2) Amanecía en la aldea. Los jóvenes Yaut'jas salían de sus casa para jugar e imitar a los adultos con ejercicios. Blaze se levantó con mucha emoción: era su cumpleaños. Su padre le obsequió con una daga hecha con el espolón de un xeno y con un bio-helmet. Blaze corrió a enseñar tales regalos a Chuu'per, Reidak y Drizzit (su amigo eta). La madre de Blaze, Rozhen, había estado soportando el continuo acoso y desprecio de sus compañeras. Blaze era de color negro y eso hacía que la viesen como la madre de un monstruo, por lo que ella nunca lo quiso reconocer como hijo. Había planeado muchas veces el matar al niño, pero no estaba segura. Ahora, Sharwez le había regalado armas de guerrero, no tardarían en odiarla y despreciarla más aún. Tenía que matar a Blaze, era demasiado cobarde para suicidarse. Mientras Blaze jugaba, Rozhen pensó en asesinar primero a Sharwez, así no podría defender al niño. Pero antes de empezar a hacer nada, Sharwez se presentó con cara de pocos amigos. Ella fingió sorpresa: -¿Ocurre algo?- preguntó con un tono falsamente amable. -Ya vá siendo hora de que reconozcas a mi hijo como el tuyo... ¡De lo contrario, habrá más que palabras!- respondió el Yaut'ja totalmente en serio. La expresión de su cara advirtió a Rozhen de que iba muy en serio. -Ese no es mi hijo, tuyo vale, pero no mío- sentenció la mujer. -¡Pues hablaré con el Elder! Desearás no haber renegado de él...- dijo dándose media vuelta para ir a buscar al mencionado Yaut'ja. Si Rozhen quería acabar con él, dfebía ser en ese momento. Un dolor agudo en el costado de Sharwez lo alertó. Se dió la vuelta y vió las Dah'kte de Rozhen: Un hilo de sangre verde goteaba del arma. Con un rugido y rezando a Cetanu para que protegiera a su hijo, Sharwez activó sus Dah'kte XenoBlades (Dah'kte cubiertas de piel xeno protegida con resina, que aparecerá más tarde con otro dueño) dispuesto a dar la vida por su hijo... Cuando Blaze, Chuu'per, Reidak y Drizzit llegaron a la casa de Blaze, se encontraron un lugar destruido por un fuerte combate. Al llegar a un terreno cercano, se encontraron a los contrincantes: Rozhen era más grande y fuerte que Sharwez, pero el formidable guerrero la mantenía a raya con mucha eficacia. Ella había perdido un ojo, Sharwez tenía numerosas cuchilladas por todo elcuerpo y perdía mucha sangre. Cuando Rozhen vió a Blaze en el grupo de niños, se lanzó contra él. Drizzit, aunque era eta por su discapacidad de locomoción (tenía semi paralizado el lado derecho del cuerpo), apartó a Blaze de un empujón. Blaze reaccionó muy tarde: cuando miró al lugar donde habia estado Drizzit, estaba su madre y Drizzit, a unos quince metros, con una cuchillada en el pecho. El pequeño Yaut'ja (Drizzit sólo tenía veinte años) murmuró algo que no pudo entenderse, luego cerró sus ojos para siempre. Rozhen sonrió, Blaze sería el siguiente. Estaba tan absorta en sus pensamientos que un dolor agudo a la altura del corazón la trajo de vuelta a la realidad: miró hacia abajo y se encontró cara a cara con XenoBlade, cubiertas de sangre verde. El guerrero sólo dijo una palabra mirando a Blaze, mientras señalaba con el dedo a Rozhen: Bad-Blood. Luego, entre risas y ahogos, la mujer murió. -Nadie mata a los amigos de MI hijo. Nadie le estropea el cumpleaños- gruñó Sharwez. La feroz pelea había alertado a los vecinos, que llamaron al Elder. Cuando este llegó encontró a Blaze en el suelo junto a Reidak y Chuu'per, a Drizzit contra un árbol; cubierto de sangre, a Rozhen muerta en un charco de sangre y a Sharwez con las heridas. Tras unas horas que parecieron siglos, el asunto se solucionó. Se descubrió la verdadera naturaleza de Rozhen. Sharwez fué indultado de cualquier delito. Blaze recibió permiso para ir con su padre a la Tierra. El niño sólo puso una condición al Elder, quién dijo que pidiera cualquier cosa. -Reidak y Chuu'per vendrán conmigo- dijo el chico. -Sea pues, Blaze- contestó el Elder asintiendo con la cabeza.
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Post by lestat on Feb 27, 2008 1:35:18 GMT 2
Pues que decir.... De momento me parece genial, ha empezado la historia con mucha intensidad. Una cosa que me llama mucho la atencion es que nuestras narrativas se parecen mucho por lo que sin duda esta sera una de las historias que seguire con mas interes.. La verdad es que el personaje me encanta, esos rasgos, ese color de piel, esas motas... simplemente genial!! Tengo ganas de ver como se convierte en un gran arbitrador.. Un saludo compañero..
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Post by Dark Predator on Mar 1, 2008 20:39:19 GMT 2
Perdonadme el retraso, estaba liado con la evaluación de matematicas . La esperada 3ª parte de: Dark Predator. Es con creces, MÁS larga que las otras. (3) El Imperio del Sol Naciente (3) Sharwez encendió el ordenador de la nave. Él y sus amigos iban de caza a la Tierra acompañados por Blaze, Reidak y Chuu'per, quienes debían observar el arte de la caza. -Recordad, no debeis entrometeros pase lo que pase. ¿Quedó claro?- dijo Sharwez a los niños. -¡De acuerdo!- contestó Reidak. -Tengo algo para vosotros, por si acaso... Venid conmigo- dijo Erytre, uno de los amigos de Sharwez. Les hizo un gesto, invitándolos a acompañarle. Los niños lo siguieron en silencio, incluso cuando pasaron por la sala de los trofeos. En esta sala, había expuestos varios cráneos, la mayoría de Xenomorfos. Pero lo que llamó la atención a los niños no furon los cráneos de reinas Xenomorfo jóvenes, sino el esqueleto completo de una reina Alien totalmente desarrollada. El esqueleto se alzaba majestuoso unos 7 u 8 metros, firmemente sujeto a la nave. Incluso muerta, su Majestad imponía temor. Cuando llegaron a la sala de las armas, Erytre abrió un compartimento. -Normalmente no se suele dar armas a los Sin Sangrar- decía mientras les pasaba armas, que los chicos dejaban en el suelo. -Los Elders no lo permiten bajo ningún concepto, pero los Elder no están aquí- dijo señalando la ventana. Fuera de ella, se abria el espacio, negro, profundo... -Necesitareis todo esto cuando lleguemos a la Tierra, ya vereis por qué- dijo el guerrero. Al cabo de un rato, todas las armas estaban fuera. -Escoged una de cada tipo, el resto hay que guardarlas- explicó Erytre. Bio-Helmets, Dah'ktes y lanzas extrensibles se exhibian en el suelo. -Propongo que le deis un nombre a vuestras Dah'kte, eso (echó una mirada a Blaze) trae buena suerte, según dicen- sugirió el guerrero. Blaze se percató de que se refería a Sharwez, cuyas Dah'kte tenían nombre. Reidak cogió un Bio-Helmet de color cobre con algunas marcas, unas Dah'te triples (sus posteriormente famosas TryTooth) y una lanza extensible muy sobria. Chuu'per eligió lo opuesto: Un Bio-Helmet simple de diseño común, una lanza adornada y una Dah'kte muy peculiar, de una sola cuchilla (más tarde conocida como StingBlade). Blaze cogió un casco oscuro, brillante, muy de acuerdo con su piel. También cogió una lanza con motivos dorados y unas Dah'kte también oscuras, pero no resistentes al ácido Xeno. Para no copiar a su padre, con mucho respeto, las llamó XenoSword. Tardaron unos días en llegar a la Tierra. La nave aterrizó en una isla cerca de un gran continente. Los humanos llamaban al archipiélago Japón. Según las historias de Erytre, allí vivían unos humanos muy peculiares y apreciados por los Yaut'ja: los Samurais. En japonés, Samurai significaba servir. Todos ellos servían a un emperador, de manera parecida a como ellos servían a los Elders y a Cetanu. -Son guerreros, con alto sentido del honor, que no conocen el miedo. En caso de perder, se quitan la vida para conservar su honor. Una costumbre parecida a la nuestra.- decía a los fascinados niños. -Pero, al igual que nosotros, cuyo enemigo real y peligroso son los Bad-Blood, los Samurais se enfrentan a lo que llaman Ninjas. Éstos son guerreros sin honor, que atacan por la espalda, a mujeres o a niños, les dá igual- relató con tono apenado el guerrero. La historia terminó cuando Sharwez entró en la sala de los trofeos, armado hasta los dientes. -Hemos llegado, estamos cerca de una aldea- dijo. -Vosotros nos acompañareis, no intervengais pase lo que pase. Tened, poneos esto- dijo lanzándoles unos aparatos. -Son camuflajes, podreis usarlos pero tendreis que devolvermelos cuando acabemos- dijo tajante. Lentamente, Erytre salió de la nave con su camuflaje activo. No detectó humanos cerca, por lo que hizo una señal al resto de cazadores, que salieron juntos. Detrás iban lo adolescentes Yaut'jas. Caminaron hata la caida de la noche. Cuando decidieron acampar, lo hicieron en un lugar apropiado. Estaban tan entretenidos intentando colocar el camuflaje del campamento, que ninguno vió la oscura silueta que los observaba... A la mañana siguente, el grupo se levantó pronto. Querian encontrar un grupo moderado de samurais. -Formas de vida se acercan del sudeste- dijo Erytre. -¿Formas de vida?- preguntó Sharwez. -Todos humanos- respondió su amigo. -Vale, seguiremos andando, a ver hasta donde nos siguen- dijo Sharwez en tono misterioso. Durante tres días estuvieron viajando y acampando. Cada vez que proseguían, los perseguidores aumentaban en número. Al cabo de una semana de viaje, los perseguidores desaparecieron del radar de Erytre. Acamparon en el claro de un bosque, cazaron algunos animales para comer y se retiraron a descansar. Al cabo de unas horas, se levantó una densa niebla. Por la mañana, detectaron un sólo humano junto a otra forma de vida, más grande y veloz. El jinete Samurai los vió, pues con la humedad de la niebla, el camufleje no funcionaba bien. Hombre y caballo salieron disparados en dirección opuesta, una reacción que preocupó al grupo de cazadores. -¡Hay que darle caza! Antes de que avise a algún grupo- dijo Sharwez. Miró a los niños y dijo: -Seguidnos, ¡Rápido!-. Los jóvenes obedecieron. Pero a medida que se acercaban al jinete, más y más formas de vida aparecían en el radar de Erytre. Brud, el piloto de la nave dijo que sólo serían animales asustados por el ruido de la persecución. Sea lo que fuere, aparecían cada vez más. Cuando salieron del bosque, no les gustó lo que vieron: Decenas de Samurais formaban ante ellos. Ninguno parecía dispuesto a dejarse arrancar la cabeza por un Yaut'ja. El grupo se quedó pasmado, contemplando el panorama. Brud retrocedió sin ser visto y detuvo a los jóvenes que llegaban. -¿Formas de vida?- preguntó Sharwez a Erytre, como siempre hacía. -Humanos y caballos- respondió Erytre sin moverse. -¿Número?- preguntó Shar. -Unos doscientos...- respondió Ery con calma. -Sólo una pregunta más, ¿Estado de ánimo?- inquirió Shar girando la cabeza para mirar a Erytre. -Nivel de adrenalina alto, presión sanguinea normal, temperatura corporal y pulso en aumento- respondió Ery. -¿Y eso quiere decir que están...?-. Un grito de los humanos respondió a la pregunta de Sharwez. -¿Furiosos?, pues creo que sí- dijo Erytre activando su lanza. Los demás lo imitaron. Gritos de furia les llegaron de lo lejos: los Samurais se lanzaban contra ellos. Los guerreros Yaut'ja respondieron con rugidos que hicieron frenar a los humanos, pero no detenerse... A los pocos minutos, un intenso combate se llevaba a cabo en el linde del bosque: Treinta Samurais habían caido, pero muchos más los reemplazaron. Los cazadores ya no luchaban por cazar, sino por sobrevivir. Ocho samurais rodearon a Savlar, el copiloto de Brud: el Yaut'ja puso cara su vida, pero cuando ya había matado a cinco, otro se acercó por detrás y le cortó la cabeza. Erytre lo vió y pagó su ira, su rabia, contra más de veinte humanos: Erytre murió media hora más tarde, defendiendo a Sharwez del ataque de diez jinetes. Sharwez exhibió toda su maestría de guerrero: acercarse con XenoBlade no era suficiente, así que cogió una katana y avanzó a medida que dejaba atras una estela de cadáveres. Más de ciento veinte Samurais cayeron a manos de treinta y cinco Yaut'jas. Cuando quedaban Sharwez y unos cuatro más, los Samurais parecieron rendirse. Se hicieron a un lado pero lo que apareció, minó las fuerzas de los guerreros yaut'jas: Unos treinta jinetes de armadura completa aparecieron al galope. Negandose a morir de forma tan fácil, los Yaut'jas se lanzaron a la carga contra los jinetes, ante el asombro de los samurais qu iban a pie. Todo parecía ir a cámara lenta: Cuando los jinetes alcanzaron a los cazadores, éstos saltaron sobre los humanos, mutilando y atravesando a muchos. Nuevamente, la superioridad numérica abrumó a los guerreros. Pronto dos Yaut'jas más cayeron. La habilidad de Sharwez como guerrero alcanzó su clímax en un cuerpo a cuerpo contra cinco de los más experimentados Samurais del pequeño ejército. Mató a tres en poco tiempo, a otro cerca de un riachuelo y al último lo atravesó con XenoBlade. Todo quedó en silencio de pronto. Un humano enorme, casi tan alto como Sharwez, apareció, apartando a los otros soldados. El energúmeno aquel llevaba una katana que era enorme y tenía el filo dentado. Sharwez aceptó el reto. Se encontraba solo, todos habían muerto, incluido Brud que había llegado para ayudar. Se acordó de los niños y rezó para que estuviesen bien. Estaba agotado, pero morir sin luchar le parecia una herejia. Tras unos minutos de muy intenso combate, Shar consiguió atravesar con XenoBlade al enorme oponente. Cuando Sharwez casi estaba celebrando su victoria, otro samurai se acercó por detras. Shar lo oyó y mientras se daba la vuelta, lo acuchilló. Ese momento fué aprovechado por el gran Samurai, que movió su katana en un último movimiento antes de morir. Shar notó un dolor muy intenso en la cintura y cuando miró, vió un charco de sangre verde. Muy cansado de repente, miró a un lado y vió sus piernas: el humano lo había partido en dos. Sharwez intentó activar su autodestructor, pero otro humano le cortó el brazo izquierdo. Rugiendo de dolor, Sarwez levantó el brazo derecho con la fuerza que le quedaba y el oriental salió despedido unos seis metros, sa cabeza estaba reventada. También tuvo tiempo para matar a otros dos. Tras esto, los humanos atravesaron una y otra vez el cuerpo del Yaut'ja... Lejos, tres niños Yaut'ja, avanzaban con el camuflaje puesto hacia el lugar de la matanza. Aunque todavía no lo sabían, ya no podrían devolver nunca el camuflaje a nadie...
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Post by lestat on Mar 6, 2008 0:51:21 GMT 2
wooooo.... esto se pone cada vez mas interesante...
esta historia la voy a seguir con mucho interes, me esta encantando.. asi que ya sabes no pares de escribir!!!
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Post by Dark Predator on Mar 6, 2008 22:01:15 GMT 2
Lo siento en el alma, pero me surgió un problema familiar urgente y no he podido postear nada hasta ahora. Por favor, presento mis disculpas!! (4) La necesidad... madre de la ciencia (4) Los tres jóvenes Yut'jas llegaron al lugar de la matanza. Al ver el escenario, se quedaron petrificados, pero no de horror, sino de admiración: los adultos habían matado muchos enemigos, más de tres veces su número. Pero la cuestión era que en ese momento estaban solos. Los adultos habían muerto, la nave se había evaporado y ellos estaban solos en un pequeño planeta desconocido para los tres. -Deberíamos recojer lo que todavía sirva- sugirió Reidak. Blaze asintió y se alejó. Mientras sus dos amigos buscaban material util, Blaze lo fué depositando por características. Se le cortó la respiración cuando Reidak le entregó un artefacto familiar: Un brazalete de color negro. Lo activó y salieron majestuosamente dos cuchillas de color negro, brillantes, cubiertas de sangre... Blaze miró con dolor a XenoBlade: La Maldición del Xenomorfo. Chuu'per llegó cargado con cinco bultos. -¡Hola! He encontrado unos medi-kits y otras... cosas...- cuando vió la escena de Blaze y Reidak se le cortó la voz. Blaze no pudo evitarlo: Pegó un tremendo rugido de ira y dolor que sobresaltó incluso a sus dos amigos y acto seguido hizo migas una enorme roca a puñetazos. -Si ya estás mejor, me ocuparé de tus manos- le dijo Chuu'per. Blaze asintió y dijo: -Esos humanos derrotaron a los nuestros, debemos aprender su forma de combatir y así podremos enfrentarnos a ellos en igualdad de condiciones- dijo el Yaut'ja. -Pero, sólo somos tres, ellos cientos, puede que incluso miles. Jamás podríamos derrotarlos, ni siquiera aunque fuesemos Elders- le replicó Reidak. -Mi padre me dijo una vez algo que oyó decir a un ninja. El siniestro ninja acababa de vencer a un samurai en Honorable Combate. El samurai le preguntó: "¿Cómo has conseguido derrotarme?, Soy más fuerte y grande que tú, ¿Cómo lo has hecho?". Y mi padre oyó al ninja decir: "Nunca supiste observar a tu alrededor". Eso haremos, aprenderemos sus técnicas guerreras y luego, observaremos a nuestro alrededor. Actuaremos como cazadores, pero también seremos guerreros- dijo Blaze. -¿Y qué aprenderemos exactamente?- preguntó Chuu'per. -Las artes del Ninja...- dijo Reidak con voz queda. -¡Tú flipas! Erytre nos dijo que eran los bad-Blood de este planeta. ¡Y tú vas y quieres imitarles!- se enfadó Chuu'per. -Tenemos que hacerlo, no podremos ganar en un asalto frontal. ¡Tenemos mucho que aprender todavía, ni siquiera estamos Sangrados!- dijo Blaze. -Cuando se empeña en algo, no se le puede contrariar, ya lo sabes- le susurró Reidak a Chuu'per. Diez años pasaron desde la masacre. Los tres jóvenes colocaron a sus adultos juntos y luego activaron el sistema de auto-destrucción. Durante este tiempo aprendieron todo tipo de combates con armas blancas de todos los tamaños. También aprendieron seis tipos diferentes de artes marciales, un estilo de combate muy efectivo en el cuerpo a cuerpo sin armas. Cuando decidieron que ya estaban listos, decidieron atacar a los asesinos de sus amigos. -Recordad: somos Ninjas, no Samurais. Evitad el enfrentamiento directo y emplead vuestro entorno. Si el enfrentamiento frontal es directo, emplead las artes marciales y las cuchillas. Buena suerte amigos- dijo Blaze mientras se separaban para atacar el poblado humano. Durante horas no se oyó nada, excepto el murmullo del riachuelo. De pronto, un grito de mujer. Su eco se propaga en la oscuridad, hasta que se apaga. En el poblado, un hombre fornido sale corriendo de su casa. Cuando llega al lugar de donde precede el grito, ve a una anciana cubierta de sangre. Tok-Yot miró hacia arriba y descubrió el motivo del grito de la anciana: Tres cuerpos yacían colgados de una rama, completamente despellejados. -No puede ser... Los matamos a todos, no pueden ser ellos...- Tok-Yot parecía muy preocupado. Al día siguiente, todas las mujeres y niños abandonaron el pueblo. Durante tres días aparecieron cuerpos colgados y despellejados. Los orientales desaparecían durante las guardias y sus compañeros sólo los encontraban colgados de ramas. Aquellos quince días fueron los más angustiados de la vida de Tok-Yot. Sólo le quedaban trece guerreros, sus mejores hombres. Llegó la mañana, trayendo consigo una espesa bruma. Los tres cazadores se plantaron en la entrada del pueblo y rugieron lo más fuerte que pudieron. Los Japoneses salieron de inmediato, armados hasta los dientes. Los jóvenes habían encontado la forma de conseguir que el camuflaje funcionase en ambientes húmedos y bajo el agua. Activaron sus camuflajes y se dispersaron por el pueblo. No tardaron en oirse los gritos y las salpicaduras por todas partes. Tok-Yot y dos de sus hombres deambulaban temerosos por una calle pequeña, pero cubierta. Blaze se la tenía sentenciada al humano: El casco de su padre, Sharwez, estaba en la pared de Tok-Yot a modo de trofeo. Se acercó sigilosamente al guerrero más cercano y lo atravesó con XenoBlade. Se deshizo del cadaver y se acercó al otro. El humano oyó algo y se dió la vuelta: sólo pudo ver unos ojos azules flotando en el aire antes de que su vista se oscureciese para siempre... Tok-Yot salió volando a una pequeña plaza. Una patada floja de Blaze bastó para hacerle saltar por los aires. El Samurai se dió la vuelta y entonces Blaze se quitó el casco y la armadura. El japones sacó su Katana, pero Blaze se quitó a XenoBlade y la dejó con mimo en el suelo, lejos del alcance del samurai. Éste se sorprendió y dejó la Katana al ver que Blaze adoptaba una postura de combate oriental... Tras unos minutos de lucha, Blaze consiguó derrotar al humano y consiguió decir algo parecido a "Muere, humano" en japonés. Con una última patada, arrancó la cabeza de Tok-Yot y la reclamó como trofeo. No hubo más altercados en dos años. Un pitido en el casco de Chuu'per le advirtió mientras cazaba para la comida de la llegada de una nave de su especie. Lleno de alegria corrió a decirselo a sus amigos. Cuando la nave aterrizó, el Elder salió y contempló el campamento base de los tres jóvenes. Le llamó la atención una especie de caseta. Cuando entró, contempló maravillado los cráneos con los cascos de muchos samurais. Según su aspecto, habían sido obtenidos en caza honorable y muchos parecían de individuos de alto rango. Tras escuchar las narraciones de los Yaut'jas, éstos recogieron sus pertenencias y trofeos y marcharon a su planeta con más de cincuenta trofeos en total. Un botín digno de todo cazador honorable, como pensaba Blaze... Y hasta aquí la cuarta parte, postearé más en cuanto pueda. Y de sufrir algún retraso, posible retraso o ausencia, lo comunicaré al foro.
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Post by Dark Predator on Mar 23, 2008 20:52:07 GMT 2
Como aquí no contesta ni Cristo, pongo doble post y así teneis dos episodios para leer. (5) El Regreso (5) Ridak, Chuu'per y Blaze estaban relatando al Elder su historia por enésima vez cuando una alarma sonó en toda la nave. El comunicador del Elder sonó con un extraño toque metálico: "Nuestro invitado ha llegado señor. Solicita personal que le ayude a descargar los trofeos de la nave. Ahora está en el hangar 3" dijo el asistente. -Bien. Kreat, comunique a nuestro invitado que le mando tres ayudantes- ordenó el Elder. -¿Quién es el invitado?- inquirió con curiosidad Reidak. El elder le respondió con otra pregunta: -¿Habeis oido hablar de Dark Hunter?-. Blaze y Reidak negaron con la cabeza, pero Chuu'per asintió emocionado. -¡Yo sí! Mi padre me contó que ambos hicieron su sangrado juntos. Pero Dark Hunter se dedicó a la caza y mi padre dedicó su tiempo a la tecnología. Inventó el Plasma-Caster doble, perfeccionó el Chaky-Ra y mejoró las baterías de los combisticks- dijo emocionado el jóven. El Elder lo calmó haciendo un gesto con la mano: el chico se calló al momento. -Ya sé todo eso Chuu'per. También sé lo de la prueba de sangrado de tu padre. Dark Hunter está aquí, y ha parado a repostar combustible entes de seguir su viaje. Por desgracia, su nave es muy antigua y el depósito debe ser extraido para llenarse. Por eso tiene que sacar todod los trofeos que tiene dentro de la nave. Id a ayudarle, luego le enseñaré vuestros trofeos- dijo el Elder. Dark Hunter estaba sentado en un bidón. Cuando entraron en el hangar los tres cazadores, el veterano giró la cabeza con aire curioso. -¿Venís a ayudarme?- preguntó con una voz grave y amable. -Así es, venimos de parte del Elder. Dijo que necesitabas ayuda para mover algo- contestó Reidak. -Cierto. He oido algunas cosas interesantes en esta nave, sobre vosotros-. -¿Qué cosas?- inquirió Blaze, preocupado de repente. -¿Es cierto que sobrevivisteis durante una década en Japón, usando sólo las Dah'Kte y el camufleje?- soltó el cazador. -Sí. Es cierto. ¡Blaze, eseñale tu Dah'Kte!- pidió orgulloso Chuu'per. Blaze no se izo de rogar cuando se presentó la ocasión de mostrar una de sus más preciadas armas: La Maldición del Xenomorfo. Con un amplio y elegante movimiento, Blaze extendió su arma completamente: XenoBlade brillaba a la luz de las luces del hangar. -Un arma soberbia. Deja que te muestre algo- solicitó Dark Hunter. Blaze asintió y Dark Hunter sacó cuatro objetos de su bolsa: parecían shurikens. -Tomad. Hay cuatro, nosotros somos cuatro. Cada uno se quedará con uno. Así sabrán que me conoceis y que os conozco- dijo el cazador. Una vez abiertos, se podía ver claramente que las cuchillas de los shurikens eran espolones de aliens: eran shurikens caseros, hechos con cosas naturales. -Puede que os sirvan de algo en un futuro- contestó Dark Hunter encogiendo los hombros. Los tres Yaut'jas se despidieron del gran cazador cuando éste tuvo el combustible cargado en la nave. Ninguno volvería a verlo nunca más. Ya en el planeta, en SU planeta, Blaze se despidió de sus amigos en la base. Se dirigió a su casa y, cuando llegó, quedó claro que el tiempo había pasado: La casa estaba muy fea, llena de plantas y animales. Tras meses de trabajo agotador, Blaze consiguió dejarla como nueva. Acto seguido, recordó el plan que ideó cuando estaba en la Tierra: crear una escuela donde enseñar todo lo que sabía a los jóvenes sin sangrar. Un día, Blaze se presentó en casa de Chuu'per y le pidió prestado dinero para comprar un local. Chuu'per se lo prestó y le acompañó a ver a Reidak, quien prestó más dinero. Aún así, no les llegaba. No obstante, Blaze encontró algo de dinero que su padre guardaba en casa. Cuando tuvieron el local comprado y el equipo necesario, empezaron a coger alumnos. Llegó un día en que tuvieron que pedir a sus mejores alumnos que fuesen maestros, pues ellos no daban a basto. -Voy a estar unos meses en casa- dijo Blaze a sus alumnos y a sus dos amigos. -¿Qué ocurre?- preguntó Reidak. -Creo que necesito unas vacaciones. ¿Algún destino en concreto? Acepto sugerencias- dijo el cazador. -¡Japón no!- replicó Chuu'per asustado. Todos estallaron en carcajadas. Tras volver de sus vacaciones, Blaze se presentó en la escuela con una brillante armadura negra. La armadura era nueva y estaba, al igual que XenoBlade, cubierta de piel Xeno cubierta de resina resistente al ácido, una resina indestructible que inventó Sharwez. Con la armadura puesta, Blaze parecia una enorme masa de color negro. Los ojos del Bio-Helmet se iluminaban de color rojo, en contra del color azul de su anterior casco. Blaze, Chuu'per y Reidak decidieron dejar la escuela en manos de sus alumnos ya sangrados para realizar la prueba de los jovencitos. Pero el Elder replicó que ese no era su trabajo y que no podía hacer la prueba. Blaze se encontraba triste y deprimido: no podía llevar a sus alumnos a realizar la prueba del sangrado, pues esa tarea era sólo ralizada por los Elder. Mientras miraba unas cajas, encontró un holodisco con las siglas "LV-426" escritas. Blaze lo encendió y tras ver el contenido decidió hacer algo muy arriesgado: Iria a la luna LV-426 a enmendar el fallo de su padre. Blaze se lo comentó a Reidak y Chuu'per, los cuales decidieron acompañarle. También se unieron Kromehr, el aprendiz de Reidak; Ánië, la aprendiz de Blaze y un jóven explorador de otra ciudad. Kromehr era un fornido yaut'ja, muy musculoso y amable. Ánië era una híbrida humana y yaut'ja a quien Blaze adoptó y protegió, tras rescatarla de una nave que iba a explosionar. La nave venía de una base de Weyland-Yutani. Tras recojer lo necesario, emprendieron el viaje hacia la luna, la luna en la que muchos de los suyos encontraron la muerte.
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aipkeeena
Honorable Moderator
el dia que termine el fic , dejare mi mayor legado en ésta vida
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Post by aipkeeena on Mar 23, 2008 21:11:45 GMT 2
cuantas historias y personajes tan diferentes e interesantes , se ve que venimos de diferentes tribus y clanes
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Dark Predator
Blooded
Dtai'kai'-dte sa-de nau'gkon dtain-aun bpi-de.
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Post by Dark Predator on Mar 24, 2008 0:04:32 GMT 2
Gracias, tu historia está muy bien. Es muy original mezclar MIB, Alien vs Predator y Star Wars. Es muy variado e interesante.
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Post by lestat on Mar 25, 2008 14:47:06 GMT 2
Eyyy chico!!! pues yo tambien he estado muy liao estas ultimas semanas y las que me quedan, ahora mismo he terminado de leer tus dos ultimos capitulos...
Ya sabes que yo soy un acerrimo seguidor de Blaze, continua con esto que es genial!!
Un saludo socio!!
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Dark Predator
Blooded
Dtai'kai'-dte sa-de nau'gkon dtain-aun bpi-de.
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Post by Dark Predator on Apr 14, 2008 5:38:04 GMT 2
HE VUELTO... DEL INFIERNO DE LAS RECUPERACIONES!!! Hola, siento la tardanza, pero estoy con las recuperaciones del instituto. Esta evaluación me dormí en los laureles y me quedaron 4... Pero bueno, no estais aquí para leer sobre mis suspensos, sino por la historia de Blaze. Aquí os dejo un episodio, pondré otro en breve. Draln y yo estamos preparando el 8º episodio. Nuestros personajes se encuentran en ese capítulo. (6) LV-426 (6) El oscuro espacio... La única luz viene de estrellas y nebulosas pero, no son lo único que ilumina la vasta inmensidad del universo: Una luz azul celeste muy intensa ilumina el vacío a medida que la nave se dirije, velocidad crucero, hacia su destino. Dentro, en una sala decorada con más de cien cráneos humanos, so observa una figura inmóvil. Da la sensación de que el ser duerme, pero un feroz fulgor asoma por sus rojos ojos. La criatura observa los datos que el monitor muestra: Una superficie desolada, cubierta de una bruma que rodea rocas afiladas como cuchillas. De pronto, una mano se apoya en su hombro, cálida, suave... -Hola Ánië- dijo Blaze sin quitar la vista del monitor. -¿Sigue sin aparecer?- preguntó la chica. -Los reflejos de hielo interfieren en las lecturas, no se vé nada en ningún espectro. Aún...- El guerrero se dió la vuelta y miró a su aprendiz: La jóven era alta, bien proporcionada. Su cuerpo estaba cubierto con una armadura que cubría sólo lo justo. En el caso de un humano, la simple visión de la híbrida de cabello oscuro y penetrantes ojos verdes, podría provocarle ciertos síntomas... Blaze, por el contrario, no sentía frío ni calor mirando a su alumna. Blaze aún recordaba el día que la encontró, hacía veinte años. Una nave de Weyland-Yutani que iba a la deriva, a punto de colisionar con una estrella. Blaze pasó cerca con su nave y detectó el problema. Encontró varios Yaut'jas, Oomans y a Ánië. Desde entonces, la llevó con él, protegiéndola incluso de los Elders. La pregunta de la jóven sacó a Blaze de sus pensamientos. -¿Qué es eso?- dijo señalando el monitor. -Un pico en el espectrómetro, ahí hay algo- contestó Blaze. -Aislaré la señal, a ver si se ve algo mejor. Lo pasaré a imagen- explicó Blaze manipulando la consola. A todo esto, llegó Chuu'per con el guía, Beneke. -Estamos cerca, a menos de dos horas, iré preparando al grupo- informó Beneke a Blaze, sin quitarle los ojos de encima a Ánië. -Bien Beneke, apresurate en prepararlo todo. Entraremos en el nido- dijo Blaze. El guía asintió, dió media vuelta y se fué. -No quiero que te quedes sola con él en la misma habitación. Aunque no dudo de tus habilidades, Beneke es un conocido guerrero: posee más fuerza y habilidad que tú. No quiero que te cause ningún daño- explicó Blaze. Ánië asintió y se fué. Blaze suspiró, se sentó en la silla y se durmió contemplando las estrellas... Los motores de la nave disiparon la niebla de la superficie cuando aterrizaron en el planetoide que los Oomans llamaban LV-426. El grupo entero, con Beneke a la cabeza, se puso en marcha. No tardaron en encontrar los restos de una nave... -Bio-Mecanoide- explicó Reidak a los dos jóvenes, en cuyas caras se podía leer el asombro. No habían pasado ni quince minutos cuando Chuu'per los detuvo. -Tres Kainde-Amedha, a unos cincuenta metros- dijo en voz baja. Blaze asintió e hizo un gesto,: Reidak y Kromehr desaparecieron en la bruma. A los diez minutos, volvían con tres cráneos de Xenomorfo. -Dejadlos en la nave, os esperaremos aquí- dijo Chuu'per. De nuevo todos juntos, emprendieron la marcha. Entraron en la nave y recorrieron los pasillos hasta llegar a la cámara de los huevos. Para sorpresa del grupo, sólo hbría unos sesenta o setenta huevos. -Parece que se han "mudado" a otro sitio- dijo Kromehr. -Acabaremos con los huevos que hay aquí, luego buscaremos a los Xenomorfos y los eliminaremos- ordenó Blaze. Los otros asintieron y empezaron la tarea. Cuando todos los huevos fueron destruidos, emprendieron la búsqueda de los Aliens. No tardaron en encontrar una estructura. En una señal se podía leer: Hadley's Hope. -Deben de haber entrado aquí- dijo Chuu'per. -Yo también lo creo así- dijo Reidak. El grupo entró en el edificio, donde la oscuridad era total. -Camuflaje activo, visión electromagnética. Buscamos Xenomorfos, no humanos. Avanzad si hacer ruido- pidió Chuu'per. Así lo hicieron. El tiempo pasaba a medida que recorrían los oscuros pasillos, la tensión llenaba el lugar. Era tan intensa que se podría cortar con un shuriken. A veces oían golpes, siseos y otra clase de ruidos que asustarían al más valiente de los humanos, pero luego resultaban ser tuberías rotas, goteras y cosas por el estilo. De pronto entraron en una sala enorme, donde encontraron varios ascensores. -Dividámonos en dos equipos. Uno irá arriba, el otro abajo. Nos veremos aquí dentro de una hora- dijo Blaze. Al cabo de una hora, se reunieron de nuevo. Chuu'per portaba un cráneo. -Me estaba siguiendo, sabes que eso me irrita- se excusó al ver la expresión de curiosidad que tenía Reidak. -A tí te irrita todo, eres un quejica Chuu'per- dijo su amigo. -Pues anda que tú... Tu eres un egoista, nunca me dejabas tus juguetes- replicó Chuu'per mirando el cráneo de Alien. -¡Mentiroso! Eso lo hacías tú- espetó Reidak. Chuu'per hizo caso omiso. -Aquí hay algo. Parece un pasaje o puerta. Está parcialmente tapado con escombros- dijo Beneke retirando trozos de metal. Los demás le ayudaron y cuando acabaron, vieron algo que los dejó paralizados: había cadáveres humano hasta el fondo del pasillo, donde había una puerta muy abollada. El número de restos humanos rivalizaba con el de enormes agujeros abiertos en la rejilla del suelo. -Parece que resistieron a un ataque- dijo Ánië mirando por uno de los agujeros. El ácido había abierto agujeros en los niveles inferiores, perdiéndose en la oscuridad. -Beneke, hace un rato que te noto muy nervioso, ¿Ocurre algo?- inquirió Blaze. -¿Qué...? No, no. Estoy bien. Sigamos buscando- dijo con un tono no muy convincente. -Vigílale de cerca. Si hace algo raro, haz lo que creas oportuno- ordenó Ridak a Kromehr. El aprendiz asintió y empredió la marcha, por delante de él, iba el guía. Llegaron a una enorme puerta, cubierta de sustancia pringosa. Se detuvieros a descansar un rato. -Esta puerta da a un pasillo. Seguidlo y encontrareis el nido tras una hora de camino. Primero recto, luego a la izquierda y recto de nuevo. Yo voy a comprobar una cosa que ví antes. Volveré en diez o quince minutos- dijo Beneke con voz nerviosa. -Yo te acompaño- dijo Kromehr lavantandose. -No es necesario- respondió el guía. -Por favor, insisto- dijo el aprendiz. El guía asintió y ambos desaparecieron en la oscuridad. Pasaron treinta minutos y Kromehr llegó corriendo silenciosamente. Estaba claramente asustado. -¡Beneke ha desaparecido! Estábamos comprobando una estancia y cuando me volví no estaba- dijo Kromehr. -Silencio, trataré de buscarle. Necesito más potencia Reidak- dijo Blaze. Reidak se acercó a su amigo y conectó un objeto al casco de Blaze. En el casco apareció un mapa. Blaze aumentó le precisión y pronto encontró lo que buscaba: -Está en el nivel seis. Parece que tiene mucha prisa por salir de aquí, me pregunto por qué...-. Blaze cambió la visión en el mapa y descubrió muchos puntos verdes que se acercaban a donde estaban él y sus amigos. -¡Hijo de mal padre! ¡Será Bad-Blood! Nos ha vendido, parece ser que los "bichos" saben donde estamos. Hay que ponerse en marcha ya- dijo Blaze. Emprendieron el camino con premura, Blaze pendiente del mapa. Pronto empezaron a oir siseos y, al doblar una esquina, los vieron. Los Aliens obsevaron al grupo en silencio. En el pasillo, tras ellos, había muchos más. -¿Cuántos hay?- pregutó Reidak. -Yo cuento veinte, y sólo en las tres primeras filas- dijo Chuu'per. Los aliens empezaron a avanzar lentamente. -¿Qué hacemos?- preguntó Ánië. Creo que correr... Sería buena idea ¿No?- dijo Blaze. No había acabado cuando vió que sus amigos ya habían pensado en eso y ya corrían por el pasillo. Blaze dió media vuelta y echó a correr mientras soltó a gritos una frase que se le ocurrió cuando mataba samurais en la Tierra, algo que decía con frecuencia si estaba molesto. Los aliens se lanzaron a perseguirle. Blaze miró por encima del hombro y vió una masa de dientes y cuerpos negros que le seguía. -¡ME CAWEN BUDA!- gritó acelerando. Llegaron a una puerta cerrada. -¡Necesito tiempo para abrirla!- dijo Reidak a Blaze. Éste asintió y dijo: -Te daré todo el tiempo que pueda- dicho esto cogió al grupo y volvió sobre sus pasos. Los Aliens llegaban dando chillidos. Blaze extendió al máximo a XenoBlade y cargó contra los xenomorfos junto a sus compañeros. Tras cinco minutos de combate, Reidak le llamó: había abierto la puerta. -¡Nos largamos!- dijo volviendo a la puerta. Sus amigos lo siguieron, dejando muchos cadáveres atras. -¡Qué lástima de trofeos!- se lamentó Chuu'per. Tras una intensa persecución, llegaron a un callejón sin salida. Blaze descargó un golpe sobre el muro, abollando el metal. -¡No podemos salir...!- dijo enojado. Reidak se acercó y le tendió la mano: -Entonces lucharé a tu lado hasta la muerte Blaze- dijo el guerrero. Blaze se la estrechó, hizo una inclinación con la cabeza y respondió a Reidak. -¡A muerte!- dijo Blaze. El sonido de cuchillas y combisticks al activarse se sobrepuso al jaleo que montaban lo Xenos al acercarse. Blaze sacó un shuriken y vió a Chuu'per desenvainar a StingBlaze, su cuchilla en forma de katana. -Venid, venid a probarla... ¡Malnacidos!- dijo con un rugido, pasando el dedo por el filo. Los aliens saltaron al tiempo que los Yautj'as cargaban contra ellos. Tras el choque, varios xenomorfos cayeron al suelo, troceados. Blaze y sus amigos mataron a muchos, pero seguían saliendo más y más... Kromehr fué gravemente herido. Nada pudo hacer contra los tres guerreros que le arrastraban hacia un pasillo, hacia el nido... -¡Mátalo! Debe mantener su honor. No dejes que sirva para criar una Abominación- gritó Reidak. Blaze asintió y avanzó para recoger el shuriken del cuerpo de un alien. Kromehr asintió al ver a Blaze, que sostenía el shuriken. Con un último esfuerzo, el aprendiz logró acabar con uno de sus captores. -¡Vive libre, Kromehr!- dijo Blaze lanzando el shuriken. -¡Muere con honor, Blaze!- alcanzó a decir el jóven antes de que el shuriken lo decapitara. Los alins soltaron el cuerpo y huyeron, todos lo hicieron. -Parece que se van...- dijo Chuu'per. Reidak se acercó al cadáver de Kromehr y rugió con fuerza. De repente, un gran pretoriano salió de un hueco en la pared. Apartó a Chuu'per con facilidad, como si el Yaut'ja fuese de papel; se lanzó contra quien parecía más débil: Ánië. Los gritos de la cazadora fueron seguidos por el desagradable ruido de la sangre al salpicar. Blaze rugió y descargó un poderoso puñetazo contra el pretoriano: la criatura salió despedida unos metros. Mientras Reidak recogía a Ánië, Blaze se encaró al pretoriano. El xenomorfo le sacaba más de una cabeza y tenía una cola bífida, con dos espolones. Chuu'per trató de detenerlo, pero un empujón de Blaze lo mandó contra la pared. -¡LARGO!- dijo furioso el guerrero. -Blaze, por favor...- pidió Chuu'per. -Cuidad de ella. Hasta que acabe con este...- dijo señalando al Alien, que avanzaba lentamente hacia ellos. -¡Te veré en el infierno, idiota!- respondió Chuu'per echando a correr. -Yo también te quiero- replicó Blaze sacando su combistick. Chuu'per encontró a Reidak en una sala facilmente reconocible como clinica o enfermería. Reidak había colocado a la híbrida sobre una mesa de quirófano y trataba de contener la hemorragia de las heridas. Chuu'per atrancó la puerta y se acercó a Reidak. -¿Cómo está?- preguntó Reidak a Chuu'per. Éste se acercó a la camilla, retiró los vendajes y los volvió a colocar rápidamente. -Esta muy mal, muy mal- dijo con temblor de voz. A lo lejos, se veía a Blaze luchando contra el pretoriano. Humo salia del suelo y de las paredes, señal de que el Alien estaba herido. No obstante, también se veían manchas de color malva fluorescente: la sangre de Blaze. El Yaut'ja de negra armadura empleaba toda su habilidad de guerrero, pero sólo conseguía mantener a raya al monstruo. De pronto, recordó algo que aprendió de niño: Un ninja siempre observa su entorno. Blaze localizó una tubería, lanzó su shuriken y la cortó. El ruido que hizo el vapor al salir distrajo al pretoriano. Blaze aprovechó la ventaja y acabó con él. Blaze llegó a la puerta de la enfermería. Ni se molestó en abrir: el golpe que soltó arrancó la puerta de cuajo, algo que sobrsaltó a sus dos amigos. Se acercó corriendo a la camilla y miró con tristeza el perforado cuerpo de su alumna. Reidak y Chuu'per salieron al pasillo a vigilar, pero Blaze se quedó al lado de la jóven. -Ánië...- susurró Blaze. La chica abrió los ojos. -¡Ah! Hola Blaze- susurró. Tenía tres agujeros causados por la lengua del pretoriano: Uno en el lado dercho de la espalda, otro en el costado a la altura del pulmón y otro que sangraba más en el vientre, a la altura de la cadera. Blaze salió a hablar con sus amigos. -Puedo estabilizarla pero necesitaré vuestros medi-kits. Y si queremos que viva, tendremos que llevarla a la nave pronto- dijo Blaze tendiendo las manos. Reidak y Chuu'per le entregaron sus medi-kits y Blaze volvió al quirófano. Cerró la puerta y sus amigos montaron guardia en la sala de espera. Blaze poseía conocimientos de medicina, tanto humana como yaut'ja, lo suficiente para impedir la muerte inmediata de alguien. Con sumo cuidado, retiró totalmente la armadura del cuerpo de Ánië. Al tiempo que retiraba la armadura, demasiado molesta al operar, iba cubriendo el cuerpo de la jóven con una sábana, repetando la intimidad de su amiga. Cuando las heridas anteriores estuvieron cauterizadas, Blaze dió la vuelta al cuerpo de Ánië, para tratar la herida de la espalda, evitando retirar la sábana, Durante tres horas estuvo curando a Ánië, la cual se estabilizó. Blaze salió del quirófano con cara de pocos amigos. -¡Hay que irse pronto!-. Reidak y Chuu'per saintieron. Antes de irse, esperaron unas horas más. Cuando Reidak entró en el quirófano, se encontróa a Ánië con la armadura puesta, paseando por la sala. Salió a buscar a Blaze, quien corrió a ver a su "paciente". -¿Estás mejor?- preguntó a la chica. Ésta asintió. Pese a estar muy débil, sus ojos verdes seguían imponiendo. -Tenemos que salir de aquí. ¿Podrás andar hasta la nave?- preguntó Blaze. -Eso creo- contestó Ánië. Pasado un rato, los cuatro regresaban la nave. Blaze iba en cabeza, sus amigos cerraban la formación. Tomaron un camino más largo para evitar encontrar xenomorfos. -Detecto algo- susurró Chuu'per. -¿Qué es?- preguntó Reidak en voz baja. -Humanos. Con abundante tecnología. Creo que son marines- dijo Chuu'per. -¿Marines? ¿Aquí?- preguntó Ánië. -Si, ya sabes: marines del cosmos o algo así- explicó Chuu'per. -U.S.C.M.- dijo Reidak -¡Eso, eso!, Qué listo que eres Reidak- dijo Chuu'per con ironía. Tras evitar a xenomorfos y marines, llegaron a la nave. Por lo visto, Beneke se había perdido, pues no habían tocado el vehículo. Una vez dentro, Blaze colocó a su alumna en la enfermería, la estabilizó y emprendió rumbo a Homeworld. No había conseguido eliminar a la reina, pero confiaba que los marines lo hicieran por él. -Ya han muerto suficientes Yaut'jas en este pedrusco- se dijo a sí mismo mientras se recostaba en una silla al lado de la cama de Ánië y se quedaba dormido.
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Post by lestat on Apr 16, 2008 0:29:51 GMT 2
Por favor no vuelvas a decir nunca que soy mejor escritor que tu... Si esto es realmente fantastico... Cada uno de nosotros tenemos nuestro estilo eso es todo, pero tu historia me gusta muchisimo...
En cuanto a lo de la estructura, pues no se como lo hareis la mayoria de vosotros, yo antes de escribir la historia hago una especie de borrador de un par de paginas.
Sobre ese borrador matizo a los personajes, lugares, planetas, situaciones y demas que van ha contener la historia. Luego empiezo a escribir sobre las ideas principales de ese borrador y de cada idea y situacion me extiendo y cambio si lo creo necesario algunas cosas, igualmente si sobre la marcha se me ocurre algo nuevo tambien lo incluyo.
Es curioso pero cuando termino las historias y las comparo con los borradores, cambian varias cosas y aparecen cosas nuevas, como en los rodajes de las peliculas, xDxDxD...
Bueno un gran saludo Dark y espero que sigas a este nivel..
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Post by Goryu on Apr 16, 2008 21:17:18 GMT 2
te felicito maravillosa historia,le doy diez craneos,ya estoy esperando la continuacion.saludos.
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