¡¡Muchisimas gracias Acheron por retomar el Fic!! \(^_^)/
En Codex llegué a escribir hasta el capítulo 19, pero la versión de Proyecto Yautja esta bastante mejorada, le hice agunos cambios y sobretodo corregí lo del año para que concuerde con el periodo de Alien 3, pues el Fic quizás se enlace con algunas cosas que salen en la película. De momento no digo nada mas ^^
¡Espero que disfruteis el siguiente capítulo!
-----CAPITULO 18-----
Las voces que habia escuchado se desvanecieron de mi mente dejando su rastro diabolico en mi interior.
- ¿Como que ya vienen? - preguntó Burk entrecortadamente - Debes tener mucha fiebre, deja que...
- ¡No! - Grité.
Me tambalee nuevamente mientras apartaba a los demas de mi camino. Sentia de nuevo angustia. Las voces siseantes volvieron a mi cabeza. No entendia lo que decian, parecian moverse muy deprisa. Los susurros se iban de un lado a otro, entre las paredes, el techo, al rededor de mi cuerpo.
- ¡Estan llegando! - grité de nuevo. El bebe empezó a llorar.
- ¡Mierda Burk! ¡Haz que se calle! - Gritó Barklay.
El llanto del bebe era muy intenso.
- ¡Lo intento! - le replicó Burk, empezando a mecer a la niña en sus brazos muy nervioso - Vamos preciosa, no pasa nada, el tio Burk esta aqui, todo esta bien...
Pero el llanto no cesaba y cada vez era mas fuerte.
- ¡Dios mio, nos van a oir!
McKlasky estaba muy tenso y miraba a todas partes.
La oscuridad de la habitación ahora pareció mucho mas siniestra. Parecia que de cualquier sombra se deslizaria uno de aquellos monstruos.
Yo seguia allí, de pie, cogiendome de la cabeza e intentando escuchar de nuevo las voces, pero se habian marchado. El bebe empezó a remitir su llanto. Todo se quedo en silencio.
Un relampago destelló a lo lejos e ilumino unos segundos la habitación.
Yo miraba de un lado a otro, sin saber porque. Algo me daba muy mala espina. El miedo se apoderó de mi en todo su esplendor.
Empecé a llorar para mis adentros, observando la habitación.
Los relampagos de la tormenta la volvieron a iluminar intermitentemente.
En uno de esos instantes, pude ver algo extraño en la estancia, algo que hizó que mi alma quisiera escapar y correr lo mas lejos que pudiese.
Por unos momentos me pareció ver uno de esos monstruos en la pared, moviendose. Cerré mis ojos y al abrirlos ya no estaba.
- Burk...
Me acerqué a Burk lentamente y sin dejar de escudriñar en la oscuridad. Todos se habian quedado quietos de repente, tal vez esperando a que hubiese mas silencio para asegurarse de que nada ni nadie los habia oido
- Algo no marcha bien Burk... - Mi voz temblaba de pánico.
Burk no decia nada.
Un nuevo relampago iluminó el cielo y pude volver a ver con claridad que algo se movia. Habia algo dentro de la habitación y sabia muy bien que era.
- Quedaos todos muy quietos - susurró Burk.
Habia tal silencio en la habitación que pude oir perfectamente el leve siseo de una criatura que acechaba. Tragué saliba fuertemente y me aferré al rifle, pegandome a Burk todo lo que podia.
Barklay y McKlasky parecian haber visto tambien lo que yo. La tormenta que se oia desde afuera no hacia mas que añadir tensión a nuestros cuerpos.
A veces notaba que me faltaba oxigeno y tenia que hacer ademan de respirar fuertemente para notar que estaba vivo y recuperar el aliento.
La sombra se movió nuevamente en la oscuridad. Se acercaba. Eran tan oscura que ni la poca luz de la luna que se filtraba por la gran ventana podia iluminarla.
- Padre nuestro que estas en los cielos - Era la voz de Barklay, que murmuraba - Santificado sea tu nombre...
La sombra se iba acercando mas. Pude distinguir un leve hilo plateado en la oscuridad. ¿Eran dientes afilados? Eran cuhillos que nos iban a despedazar.
- Hagase tu voluntad, asi en la tierra como en el cielo...
- Corred - susurró Burk - Yo le detendré, llevaos a la niña -
Casi no movia los labios , pero habia tanto silencio que todos le oimos perfectamente. Tambien le temblaba la voz. Lentamente me pasó el bebé. Lo cogí firmemente procurando que no llorase ni hiciese ningun ruido. Fué un momento muy delicado, como si sostuviese una bomba que pudiese estallar en cualquier momento. Finalmente lo sustuve sin problemas.
- ...y libranos del mal - La oración de Barklay terminó.
La criatura se hizo perfectamente visible en las tinieblas.
Un hermoso brillo bañaba su frio y esqueletico cuerpo. Su cabeza alargada mostraba unos dientes afilados, deseosos de claarse en nuestras carnes. Se sostenia a cuatro patas y habia venido reptando desde la pared. Una larga cola se erguia tras de si, amenazadora y mortal. La gitaba lentamente en el aire, apuntandonos con ella, como si estuviese eligiendo que caramelo se comeria primero.
El momento fué el mas largo de mi vida. Todos miramos a la criatura y observamos a nuestro al rededor. La puerta estaba sellada con los muebles y no daria tiempo a salir sin que la criatura nos hiciera pedazos. Detras nuestra sentimos otra aterradora presencia. Una segunda criatura descendia por la pared, junto a las butacas.
- Corred en cuanto diga "ya"- Dijo Burk - Haced lo que querais, pero hacedlo deprisa.
- No tio, no te dejaremos aqui, ni hablar - Dijo Barklay
- Moriremos todos- decia McKlasky, muerto de miedo - Nos tienen acorralados.
- No me hagais discutir - replicó Burk - Salid de aqui y salvaos. Corred todo lo que podais, no dejeis de hacerlo hasta no hayais perdido de vista a estas bestias. Cuidad de la niña...
- No Burk, no lo hagas joder - Barklay no sabia como convencer a Burk de que no lo hiciese. Yo no sabia que decir.
La criatura cercana a las butacas me miraba enseñando sus dientes y gruñendo.
- Solo contaré hasta tres, teneis que salir del edificio- sentenció Burk - no puedo hacer mas por vosotros.
- Burk - Barklay apretaba los dientes, mirando a su amigo.
- Uno, dos...
Una lagrima se escapó por los ojos de Barklay
- Volveré...Volveremos a vernos, te lo prometo - Barklay lloraba.
- ¡Tres!
Tan prontó como Burk dio final a su cuenta atras, las bestias se abalanzaron contra nosotros. Sus chillidos me paralizaron las piernas, pero McKlasky y Barklay, que habian echado a correr, me arrastraron junto a ellos.
Corriamos hacia la puerta mientras Burk disparaba su arma y gritaba. Uno de los monstruos se lanzó encima de Burk y lo tiró al suelo.
- ¡Corred! - Gritaba Burk, mientras forcejeaba desesperadamente.
La otra criatura habia echado a correr hacia nosotros. Barklay apartó de un empujón los muebles y salió corriendo de la habitación dando algunos traspies con nosotros a sus espaldas.
- ¡Hijos de puta! ¡Volveré, Burk!
Barklay corria muy deprisa, era dificil seguirle. McKlasky iba delante de mi, jadeando y dejandose la piel en cada moviemiento de piernas.
Sentia que el Xenomorpho nos perseguia desde la habitación dando gritos a traves del largo y oscuro pasillo. Barklay abria fuego de vez en cuando, al igual que McKlasky. Yo apreté el gatillo varias veces mientras corria, debido al extasis de la huida y al terror. Era la primera vez en mi vida que disparaba un arma, y a decir verdad no era tan sencillo como en las peliculas, pues el rifle hacia mucha fuerza y era dificl contenerlo en mis brazos.
Los pasillos del edificio ahora me parecian mas intrincados y siniestros que antes. Llegamos a las escaleras de emergencia tras una puerta metalica.
Barklay esperó a que todos entrasemos y, cuando iba a cerrar la puerta, el enorme Xenomorfo asomó su cabeza entre la obertura, intentando atrapar a Barklay. Su rápida lengua dentada arremetia entre la obertura. Barklay empujó la puerta con todas sus fuerzas, luchado contra las mandibulas de la bestia que intentaban abrirse paso. Las fauces del Xenomorfo casi rozaban a Barklay.
- ¡Joder! ¡Cabron! ¡Muere hijo de puta!
- ¡Barklay no! - gritó McKlasky
Barklay empezó a disparar contra la cabeza del Xenomorfo.
Un líquido verdoso empezó a salpicarlo todo antes de que la criatura cayese hacia atras. El líquido salpicó a Barklay en el brazo y este empezó a chillar de dolor.
Barklay se cogió del brazo, aprentandoselo con las manos y apoyandose contra la puerta que finalmente quedo cerrada. Mc Klasky y yo fuimos a ver que habia pasado.
- ¡Te dije que no lo hicieras! - le dijo McKlasky.
- ¡¿Y que iba a hacer pedazo de mierda!? - Barklay se retorcia . Las venas de su cara estaban muy hinchadas debido al esfuerzo.
- No importa, ¡tenemos que salir de aqui, vamos! - Dijo McKlasky, cogiendo a Barklay de los hombros e invitandole a seguir corriendo.
Las escaleras de emergencia se extendian de arriba a abajo. Eran unas escaleras metalicas , estrechas y vertiginosas. Estaban bordeadas por una reja de metal que llegaba desde el suelo hasta el techo a modo de protección . Se oyeron chillidos y gruñidos procedentes de algun lugar no muy lejano.
- ¿Que es eso? ¿Esque hay mas? - Dijo Barklay jadeando y sudoroso.
Con el corazón tan agitado como lo tenia no podia concentrarme en nada mas que no fuese la idea de no querer morir. Mis piernas parecian querer moverse solas y mi pecho no acababa de llenarse de aire.
- ¡Tenemos que seguir, estan bajando! - grité.
y rápidamente nos dispusimos a bajar lo mas rapido que nuestro cuerpo nos permitiera.